Niñodaguia, en Xunqueira de Espadanedo, es el último reducto. El último territorio de la provincia en el que sobrevive con bastante buena salud la alfarería tradicional. Que esta tradición no llegue a perderse y las nuevas generaciones vuelvan a interesarse en este oficio artesanal como medio de vida, es el objetivo que persigue el "Encontro de cacharreiros", que este año celebra en el museo -taller de la localidad su tercera edición, con diferentes actividades desde ayer, hasta el próximo lunes.

La aldea es la capital ourensana de esta cultura milenaria. En ella, los "cacharreiros" también conocidos como "xarreiros" y "calleiros", se han mantenido fieles al trabajo del barro, en parte, gracias a los recursos naturales de los que disfrutan en la zona, ya que la beta de arcilla de Monte do Barro, en Veigachá parece no tener fin.

Pero la modernidad amenaza a este noble oficio, como a casi todos los que tienen que ver con la artesanía. Así con este encuentro, el concello, organizador de la actividad junto a la Xunta, quiere poner su grano de arena en su conservación. "Buscamos dar a conocer las diferentes técnicas de alfarería empleadas en otras zonas de España y Portugal", explican desde el consistorio. Para ello, durante estos tres días, diez artistas procedentes de las cuatro provincias gallegas y del país vecino, ofrecerán exhibiciones en directo de como manejar este material y ofrecerán la posibilidad de adquirir sus creaciones.