La provincia de Ourense, uno de los mayores y mejores paraísos termales de España, cuenta principalmente con diez enclaves que brotan agua medicinal y que se han convertido en lugares conocidos y concurridos por ourensanos y visitantes que buscan en el termalismo una solución al calor, al estrés o a los problemas de salud en huesos y circulación sanguínea. Tanto es así que muchos turistas escogen Ourense como aposento vacacional, a pesar de registrar las temperaturas más elevadas del país en una época en la que se demanda todo lo contrario, para encontrar un lujo terapéutico del que tan solo veinticinco ciudades europeas gozan, siendo la ciudad de As Burgas la única representante española en la Asociación Europea de Ciudades Termales Históricas (EHTTA, European Historic Thermal Towns Association, en inglés), organismo del que es ciudad cofundadora en 2009.

Las termas de Muíño da Veiga, la fuente de O Tinteiro, la estación termal de Outariz, las termas de Outariz, la estación termal de A Chavasqueira, las termas de A Chavasqueira, la fuente de Reza, la estación termal de As Burgas, la fuente de As Burgas y las termas de Prexigueiro dibujan a grandes rasgos la ruta termal de la provincia de Ourense y contribuyeron a convertir a la ciudad en una de las seis cofundadoras de la Asociación Europea de Ciudades Termales Históricas, el primer y, a día de hoy, único organismo sin ánimo de lucro del viejo continente que agrupa ciudades que gozan de patrimonio termal.

Si el presente no es más que un mero reflejo del pasado, Ourense es una claro ejemplo de ello. Varios investigadores sitúan en el manantial de As Burgas el nacimiento de la ciudad de Ourense y por ello esta misma se hace llamar como el propio venaje de agua caliente. Los tres caños que emanan agua mineromedicinal fueron el reclamo principal para muchos de los castros vecinos, que decidieron, con el paso de los años, ubicar en ese mismo sitio su propio asentamiento, dando lugar, así, al Ourense que conocemos. Los restos arqueológicos topados en la zona demuestran una tradición termal de más de 2.000 años de historia. Una historia que nace con los primeros poblados romanos, que bautizaron a la ciudad del sur de Galicia con el nombre de Aquis Auriensis debido a la riqueza encontrada en la cuenca del Miño en forma de oro y las aguas que brotaban a una temperatura más elevada de los que ellos estaban acostumbrados. Pasado y presente se dan la mano en la actualidad. Antes, los romanos; ahora, multitud de visitantes que eligen Ourense como ciudad de reposo.