Después de más de veinte años incluyendo el descenso de carrilanas en el programa de la "Festa do Galo pica no chan", el Concello de Muíños celebraba ayer la primera prueba federada de su historia, el I Campionato Galego de Carrilanas. "Tuvimos mala suerte y después de haberlo convocado se organizó otra cita a nivel estatal, que tiene prevalencia sobre la nuestra, así que no hemos recibido todos los participantes que esperábamos", se lamentaba el segundo teniente alcalde del concello, Alberto Pérez. A pesar de que la prueba consiguió reunir a más de medio centenar, entre corredores federados y aficionados.

Un campeonato que tuvo lugar después de la multitudinaria comida popular que se celebró a partir de las 14 horas en el pabellón municipal, y en la que "se alcanzaron los mil comensales", que pudieron disfrutar de raciones de gallo preparado al estilo tradicional, con patatas, pimientos y empanada, por nueve euros.

El primer Campionato Galego de carrilanas y varias actividades para entretener a los más pequeños, ocuparon el resto de la tarde en Muíños. Y a eso de las 20.30 horas, se pudieron degustar gratis en la Praza do Concello raciones de las sopas "de burro canso", así como torrijas de vino y leche. El fin de fiesta lo puso la octava edición del Muíños Dance a partir de las once de la noche,una actividad "que todos los años nos desborda con una afluencia masiva", comentaba el también edil de cultura.