El deseo de un empresario madriñeno de la construcción de tener una fiesta sexual con menores de edad inició la trama criminal de prostitución que culminó con la entrada de la Unidad Central Operativa, UCO, de la Guardia civil en el club "Dorado Plaza" de O Barco de Valderoras. "Una persona solicita los servicios sexuales de una o varias menores a los captadores y es el que paga todos los servicios tanto los transportes como a los captadores", explicó un alférez de la Guardia Civil en el programa de Ana Rosa, que concretó que todas las víctimas eran españolas y menores de edad, de entre 16 y 17 años.

Según desveló, las chicas estaban pasando por un momento "bajo de moral" y les ofrecían un trabajo en el sector de la hostelería que ellas aceptaban a cambio de una remuneración de hasta 5.000 euros al mes. Desde la Guardia Civil hacen hincapié en que se tratan de adolescentes con familias "totalmente normales con estabilidad total" y "para nada desestructuradas" que se encuentran en un "mal momento" por problemas con la pareja o discusiones con los padres. En total y por ahora, han detectado a cinco menores de edad que fueron captadas y una de ellas sufrió un abuso sexual. Además, drogaban a las jóvenes para vencer su oposición a mantener relaciones.

Además, desde la Guardia Civil matizan que el dueño del prostíbulo de O Barco desconocía que se tratase de menores. Los captores eran jóvenes veinteañeros conocidos por las menores y que las captaron con engaños. Dos de los nueve detenidos de esta red de corrupción de menores y proxenetismo son dos ourensanos que regentaban el local de alterne en calidad de propietario y gerente: B. H. P., de 50 anos de edad, y J. L. L. L., de 34, ambos vecinos de O Barco de Valdeorras. El juzgado ordenó su ingreso preventivo en el cárcel, el mismo destino que para otros 3 implicados en la trama, con ramificaciones en Huelva y Madrid, además de Ourense.