El día a día de la gente joven en Europa es un no parar. Un sinfín de distracciones pueden llegar a poblar sus cabezas y nublar su concentración. Un grupo de 25 ha descubierto O Ribeiro como la localización ideal para liberar sus mentes a través de técnicas de meditación y actividades que motivan la creatividad.

Han llegado apenas hace dos días al albergue de Castrelo de Miño, pero el flechazo con el entorno les ha golpeado de lleno. Llegan desde Italia, Eslovenia, Portugal, Lituania y cinco de ellos, son españoles, vecinos de la comarca, y sin apenas conocerse, todos coinciden en la belleza del paisaje. Manuel Araujo, responsable de la OMIX de Ribadavia, uno de los organizadores de este intercambio internacional, aseguraba ayer que "el mayor shock" que han experimentado estos jóvenes no ha sido cultural, si no que se han impactado "por la extraordinaria belleza del lugar".

Un entorno que irán descubriendo poco a poco durante su estancia en la comarca, a caballo entre los concellos de Ribadavia y Castrelo, con los que ya han tenido los primeros contactos. "Han visitado a la población local y les han preguntado por sus historias, sus fiestas y su cultura en general", explicaba Araujo.

Una convivencia internacional en la que el idioma vehicular es el inglés y que tiene como bases de trabajo la meditación y la creatividad, "para poder vaciar un poco la mente de distracciones". Así, "cada día por la mañana y por la tarde" realizan ejercicios de meditación, aseguraban desde la organización, unas rutinas que combinan con dinámicas de tipo creativo como la edición de blogs que "emplearán como diario de sus experiencias vitales".

Este programa, vertebrado por la Omix de Ribadavia, se financia con fondos del programa europeo "Erasmus +" además de una aportación de la Dirección Xeral de Xuventude, Participación e Voluntariado de la Xunta de Galicia.