Taladros, herramientas, vasijas, motosierras, dos hornos, muebles, lámparas, una guitarra y una bandurria; hasta la rueda de un carro. Son decenas los objetos supuestamente robados por A. R. A., un vecino de Penasalbas (Coles) de 62 años de edad, al que el instituto armado atribuye siete hechos pero del que además sospecha como posible autor de otros diecisiete, a la espera de que los propietarios identifiquen lo incautado. La fase de investigación sigue abierta. Su colección de efectos supuestamente robados fue descubierta por los agentes cuando fueron a su domicilio tras una denuncia de su esposa por presuntos malos tratos. El juez lo dejó ayer en libertad porque está en muletas tras una operación reciente de espalda, según dijo. El magistrado duda que en esas condiciones pueda reincidir.

Al llegar a su casa con la intención de detenerlo, los guardias del puesto de Tamallancos (Vilamarín) vieron varios de los objetos que constaban como robados en viviendas del entorno, segundas residencias y casas de vacaciones o de fin de semana. En patrullas anteriores ya habían observado cómo acumulaba en el patio tal cantidad de efectos que eran sospechosos.

Una antigüedad lo descubrió

En la visita al domicilio, el hombre les pidió cambiarse antes de acompañarlos. A un agente le llamó la atención un cuadro con llaves antiguas que sabía a ciencia cierta que había sido sustraído. El individuo, con antecedentes de violencia de género contra su mujer, fue detenido el jueves por un presunto delito continuado de robo con fuerza. Según fuentes del caso, la mujer contó que, en ocasiones, el hombre llegaba con objetos que no sabía de dónde procedía. No lo comunicó ni indagó más por miedo tras varias agresiones sufridas que, presuntamente, sufrieron tanto ella como su hija.

El hombre también habría cometido dos delitos de defraudación de fluido eléctrico y de agua. Presuntamente, manipuló su contador para pagar menos a la empresa.

Con autorización judicial para la entrada y registro, los técnicos de ambos servicios realizaron una inspección de los contadores de agua y de luz de la vivienda del detenido y certificaron el engaño. A partir de ahora, la instrucción tendrá que determinar la cuantía defraudada; si es inferior a 400 euros la infracción quedaría en delito leve.

El sospechoso fue conducido ayer por la Guardia Civil ante el juez de guardia de Ourense, el titular de Instrucción Número Uno. El Se acogió a su derecho a no declarar y fue puesto en libertad provisional después de la comparecencia.

Aunque varios de los hechos estarían acreditados por los objetos hallados en su casa, el tipo delictivo no es el de mayor gravedad -el que podría motivar, por tanto, el ingresor preventivo en prisión-, al tratarse de segundas residencias en lugar de una casa habitada. Algunos de los robos se remontan incluso a 2009, por lo que ya habrían prescrito.

Robos en casas de verano

En un comunicado remitido ayer, la Guardia Civil especifica que desde ese año y hasta el día 17 de julio de este mes, los agentes de Tamallancos tuvieron conocimiento de varios robos en localidades de los municipios de Coles y Vilamarín (Penela de Orban, Santa María Albán, Fonte Novas), todos ellos cometidos en casas utilizadas por sus propietarios para periodos de fines de semana y vacaciones.

El instituto armado tiene pruebas de la presunta autoría del imputado en 7 delitos (ayer mismo elevó la cifra desde los 6 inicialmente atribuidos), pero los investigadores siguen con las pesquisas. El modus operandi y la coincidencia de denuncias en la misma zona hacen creer a los agentes que A. R. A. habría participado en otros 17 robos con fuerza.

El cuartel de la Guardia Civil en Tamallancos (Vilamarín) alberga la totalidad de objetos incautados en el domicilio del presunto ladrón, para que los perjudicados por delitos en esas fechas acudan a comprobar si alguno de ellos les pertenece.