Dos policías nacionales de la Unidad de Caballería del cuerpo patrullaron ayer la periferia de la ciudad de Ourense entre Velle y Sabadelle -localidad, esta última, del municipio de Pereiro de Aguiar), en una de las franjas más castigadas cada verano por los incendios. De hecho, a las 20 horas, se registró una alerta en la primera parroquia, que obligó a movilizar al helicóptero con base en Toén, a brigadistas del distrito y a los bomberos de la ciudad.

Así es la dimensión del reto de los brigadistas, trabajadores de extinción y de las fuerzas de seguridad del Estado. La Policía contribuye con sus efectivos a caballo en la llamada "Operación Lume".

Según un comunicado remitido ayer por la Comisaría de Ourense, "desde la Policía Nacional se incrementan tanto medios materiales como humanos en la lucha contra esta lacra, que no solo afecta a los bosques sino también a sus vecinos y a sus casas". Los agentes a caballo "se encargarán de vigilar las zonas verdes del medio rural en aras de la prevención de incendios, localizando sus focos y alertando al resto de servicios para poder atajar cuanto antes los mismos. Durante el tiempo que permanezcan en la ciudad realizarán dichas tareas en zonas asignadas previamente. A su vez, podrán localizar a posibles pirómanos que provoquen incendios", añaden.

Los patrulleros a caballo "no solo cuidarán de las zonas verdes, sino que su presencia redundará en la seguridad de los vecinos realizando labores de prevención".