La Brigada de Información de la Policía Nacional descartó que J.R.V.S., un vecino de Ourense de 24 años, tuviera motivaciones políticas o vínculo alguno con una organización del estilo Resistencia Galega. Las autoridades creen que el joven cometió una gamberrada. La acción tiene consecuencias. El joven fue detenido por un presunto delito de daños y se expone a tener que pagar una importante factura por los desperfectos. Presuntamente, hizo estallar un artificio pirotécnico, de los empleados en los fuegos de las fiestas, en la pasarela de acceso a la estación de bombeo de Cachamuiña. Los daños se acercan a los 15.000 euros, según una primera estimación. Ayer pasó a disposición del juez de guardia. Según las fuentes consultadas, quedó en libertad provisional.

Dos días diferentes

Los hechos que motivaron la detención tuvieron lugar a las 00:15 horas del 5 de julio en la pasarela que une la zona de acceso con la caseta en la que está instalada la estación de bombeo. Esa madrugada los vecinos de la zona escucharon una explosión estruendosa y dieron aviso a la Comisaría de Policía Nacional; era la segunda vez. El día anterior, según las fuentes consultadas, ya habían escuchado una detonación, menos ruidosa, a la que no dieron importancia.

Alertada la Policía, los investigadores comenzaron a hacer sus averiguaciones en secreto. El detenido es el único autor de los hechos, aunque al parecer acudió a la zona acompañado por otro varón, que no ha sido imputado.

La Policía Nacional no descartó ninguna hipótesis de entrada. Los artificieros y expertos en explosivos del cuerpo, los Tedax, realizaron una inspección ocular y recogieron muestras en la pasarela. Determinaron que el explosivo era de tipo pirotécnico y el artefacto, una bomba de palenque como las que se emplean habitualmente en las fiestas parroquiales.

Con esas evidencias y después de otras averiguaciones, los investigadores de la Policía concluyeron que tras el suceso no había motivaciones políticas o reivindicativas, sino que se trataría de una broma o una gamberrada. La explosión causó destrozos en la zona. Según explicaba ayer la empresa Viaqua, concesionaria del servicio de aguas en Ourense, la explosión no afectó a la captación para el abastecimiento de la capital -que se hace, salvo en sequía, en el embalse de Cachamuiña-, pero sí al hormigón y a la estructura de la pasarela de acceso a la estación, que será reparada. Si resulta condenado, el joven pagará.