La aprobación de una modificación de crédito, en la que se incluiría una partida económica de 700.000 euros, es la solución para poder hacer frente a las obras de urbanización del entorno del centro de salud de O Couto, y de esa forma iniciar el camino para poder poner en marcha una infraestructura sanitaria que fue recepcionada por la Xunta el pasado junio. La intención del gobierno municipal es llevar el correspondiente expediente al próximo pleno que se celebrará el 5 de agosto.
La situación, en estos momentos, es que la ciudad cuenta ya con una nueva infraestructura sanitaria, que en su momento fue calificada como "prioritaria", pero que permanece cerrada, y así puede estar hasta la primavera de 2017, según las previsiones más optimistas que se manejan desde el gobierno municipal. Así, aunque se apruebe la modificación de crédito, y ya se cuente con el correspondiente proyecto de urbanización, quedaría pendiente el proceso de contratación y, posteriormente, la ejecución del proyecto, que se puede prolongar por espacio de siete meses.
Una situación que tiene sus aristas polémicas, debido a que la Xunta procedió a la construcción del centro de salud de O Couto con fondos europeos, con un plazo concreto para su apertura, que según pudo saber FARO finalizaría el próximo mes de septiembre. Las consecuencias de no abrir el centro sanitario, llevaría consigo la devolución de los fondos recibidos para llevar a cabo la inversión, que superó los 3,2 millones de euros.
Sobre está cuestión, nada se aclara por parte de la delegada territorial de la Xunta en Ourense, Marisol Díaz, que evita dar explicaciones al respecto, así como de las responsabilidades que se reclaman por parte de los grupos de la oposición municipal sobre la situación de un centro sanitario que se convirtió desde hace en la principal reivindicación de los vecinos de uno de los principales barrios de la ciudad.
Se trata de un centro de salud que dará cobertura a más 18.000 personas, no solo del barrio de O Couto, ya que también incluiría a vecinos de Vistahermosa, Reza, O Fonsillón y parte de A Caballeira, algunos de los cuales tienen su centro de referencia en el Nóvoa Santo y en el de A Cuña
Alternativas
Una vez se detectó la necesidad de agilizar el proceso para ejecutar la urbanización del terreno donde se encuentra el centro de salud, tres fueron las alternativas se barajaron, como explica el concejal de urbanismo, José Cudeiro. Una pasaba por incluir una partida en los presupuestos para el presente ejercicio, que se pretendía aprobar en el primer trimestre del año, pero que finalmente no fue posible.
Una segunda, que resulta ser la más viable a día de hoy, pasa por la modificación de crédito. Y una tercera que se puso encima de la mesa, es que esas obras fuesen asumidas por parte del Servicio Galego de Saude (SERGAS), para posteriormente pasar el cargo de las mismas al concello., pero sobre la que nada se volvió a saber, por lo que se sigue la opción de la modificación de crédito.
Con el proyecto de urbanización aprobado, que ya se encuentra en el área de Infraestructuras, una vez pasó por la de Urbanismo, la hoja de ruta a seguir es contar con la correspondiente partida económica correspondientes e iniciar el proceso de contratación, que según las estimaciones se prolongaría por espacio de cuatro meses.
Una vez resuelta la contratación del proyecto, la empresa adjudicataria deberá iniciar las obras, que según los técnicos tendrían una duración de entorno a tres meses, por lo que, de no haber incidencias, la urbanización del centro de salud estaría rematada en marzo de 2017, con lo que se podría conceder la correspondiente licencia de ocupación, y de esa forma abrir su puertas.
Y aunque por parte de la gerencia del área sanitaria de la provincia se habían dado los pasos para el traslado de algunos facultativos al nuevo centro, el proceso se tuvo que frenar debido a la imposibilidad de abrir las instalaciones para la atención sanitaria, que deberá esperar.
