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Diecinueve años de una "horrible espera"

Xunqueira recuerda a Miguel Ángel Blanco en el aniversario del asesinato del edil

El alcalde coloca la ofrenda floral ante la estatua de Miguel Ángel Blanco en Xunqueira. // Brais Lorenzo

Si Miguel Ángel Blanco siguiera vivo, habría cumplido ya los 48 años; trabajaría posiblemente en algo relacionado con la licenciatura de Económicas que ya había culminado e incluso tendría su propia familia, con la que regresaría como hizo siempre, cada verano desde el País Vasco , a los concellos de A Merca o Xunqueira de Espadanedo, de donde eran oriundos sus padres, para pasar parte de sus vacaciones

Pero el infortunio lo convirtió en en el preso político más mediático de ETA, y fue asesinado con un tiro en nuca, tras tres días de ultimátum en los que la banda armada tratando de canjear la vida del concejal por un acercamiento presos etarras a cárceles del País Vasco.

Miguel Ángel Blanco falleció un 13 de julio de 1997, horas después del secuestro y el tiro que le costó la vida y ayer, la localidad ourensana de Xunqueira de Espadanedo, volvió a recordar al edil, con un acto conmemorativo de ofrenda floral ante la estatua dedica al joven, ante la cual los participantes guardaron un minuto de silencio.

Una ofrenda en la que participaron vecinos, y unos pocos parientes lejanos que le quedan en la zona, así como el alcalde de Xunqueira, Carlos Gómez y otros miembros de la corporación local.

Según relató Gabriel Gómez, uno de los vecinos de Xunqueira a EFE, aquel episodio representó para esta pequeña localidad de menos de mil habitantes, uno de los más terribles acontecimientos de su historia.

"Fue una espera horrible; saber que tenía los días contados", recordó en relación con la cuenta que dieron los secuestradores, antes de matarlo, y que despertó una movilización social sin precedentes en toda España y alentó la unión contra el terrorismo por encima de cualquier sigla o color político, un "basta ya" que pasaría a la historia como "el espíritu de Ermua".

Ayer recordaban como Miguel, el padre del Miguel Ángel Blanco y natural de de un pueblo ubicado a escasos kilómetros de Xunqueira, donde trabajaba de carpintero, veinte años, se fue a vivir al País Vasco, aunque nunca olvidó sus orígenes. La madre, Consuelo nació en otra localidad del municipio de de A Merca. En un pueblo como Xunqueira, de apenas un millar de vecinos, muchos de ellos con varias generaciones en la emigración, todos son lazos y parentescos cuando hay un deceso. "El abuelo de él era primo segundo de mi madre y lo vivimos muy mal", señalaba ayer una vecina.

Ayer ya no estaban ni Mari Mar, la única hermana del Miguel Ángel, ni sus padres. Cada año se alejan más de unos actos que siguen abriendo brechas de dolor en la memoria. Precisamente los actos de este 19 aniversario se celebraron ayer bajo el lema "Miguel Ángel Blanco, la Fuerza de la Memoria". El alcalde de la localidad, Carlos Gómez, ha manifestado que la idea con este acto es "recordar el triste suceso del vil asesinato de Miguel Ángel Blanco". El próximo año, la localidad ourensana espera celebrar un acto si cabe más simbólico coincidiendo con el 20 aniversario de aquel trágico asesinato.

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