Ana Cardero atendía esta llamada poco después de asistir a un detenido en la Comisaría. Está en el turno de oficio, en la jurisdicción penal, y también ha desempeñado labor de asistencia gratuita en Violencia de Género, Menores y Extranjería. En penal, el teléfono de guardia puede sonar en cualquier momento. "Somos 8 personas por grupo actualmente y puedo garantizar que prestamos una asistencia en la primera media hora, todos estamos pendientes para ir a la Comisaría, la Comandancia o el juzgado". En la jurisdicción, agresiones machistas, quebrantamientos y desobediencias a la autoridad son los delitos más frecuentes; cada vez menos las alcoholemias, dice. Que no se abonen los casos de ejecución, o suspensiones de condena o en caso de archivo supone una carencia. Pero hay pluses. "Te permite estar al día y ver cosas que no pasan por el despacho. La gente de turno tiene más agilidad en penal que el que no". Y más allá del dinero, hay vocación. "El compañero que se mueve sólo por el dinero no está en el turno".