Se llevó todas las joyas de la casa de su novia, en Zamora, y vendió varias en un establecimiento de la ciudad leonesa Las alhajas, que fueron valoradas en más de 5.300 euros, eran propiedad de la madre de su compañera sentimental, que reside en Ourense. La juez del Penal Número 1 impone a Juan Ignacio S. S., de 39 años, una condena de 15 meses de prisión por un delito de hurto. La condena incluye la circunstancia agravante de abuso de confianza.

En el mes de abril de 2012, el acusado se apropió en el interior del domicilio, de la que entonces era su novia, de 2 relojes, 5 anillos y 2 pulseras. En un establecimiento de Zamora, vendió 2 anillos por 445 euros, el 7 de abril de 2012, más una pulsera por 490 euros, dos días más tarde. La compañía de seguros abonó a la madre e la novia la cantidad de 180 euros por la sustracción de las joyas. Sin embargo, fueron tasadas pericialmente en la cantidad de 5.333,17 euros. La magistrada establece que el acusado deberá indemnizar a la propietaria con la diferencia, 5.153,17 euros, más intereses.

La sentencia, de fecha 30 de junio, no es firme. Al acusado aún le queda la posibilidad de recurrir en apelación ante la Audiencia Provincial de Ourense. La magistrada de primera instancia considera que existen pruebas suficientes.

La madre sospechaba de él

El caso se inició por la denuncia de la propietaria de las joyas ante la Policía Nacional de Ourense. En mayo de 2012, la mujer puso en conocimiento de la Comisaría la sustracción de una serie de joyas y 305 euros en efectivo, sospechando de un hombre, el acusado, que había salido con su hija. Los investigadores pudieron verificar que, en efecto, Juan Ignacio había efectuado dos ventas en un establecimiento de Zamora. Los policías exhibieron a la mujer fotografías de las alhajas vendidas y ella las reconoció sin duda. No hay pruebas de que cogiera el dinero.

El acusado no acudió al juicio. En instrucción admitió que las había vendido, si bien alegó que fue su novia quien supuestamente se las había entregado para que "fuese tirando", pues estaba en el paro. La aludida lo negó rotundamente el día del juicio. Las mujeres deducen que el acusado se hizo con las joyas, aprovechando que la madre fue a visitar a la hija a Zamora, - las llevaba consigo -, o en una ocasión en la que él y la novia vinieron de visita a Ourense. No descartaban que el hombre pudiera haberse hecho con unas llaves para entrar al domicilio.