- ¿Cómo funciona la hospitalización a domicilio en Ourense?

- El servicio nació en el año 94 y el desarrollo de la hospitalización a domicilio se ha disparado en los últimos 5 o 6 años. Intentamos sustituir la hospitalización convencional en el domicilio de los pacientes. Atendemos cualquier patología susceptible de ser atendida, con unos condicionantes: la opción es absolutamente voluntaria, el domicilio tiene que tener los medios adecuados, como calefacción o capacidad de comunicación telefónica, y también es necesaria la figura de un cuidador principal, que es el interlocutor con el paciente para cualquier acción. Éstos, habitualmente, familiares.

- ¿Qué ventajas ofrece frente al ingreso convencional?

- Primero, que es voluntario. Segundo, la comodidad para el paciente y la familia. No es lo mismo la hospitalización en una cama extraña que estar en el propio domicilio. El paciente está en su cama, con su alimentación e higiene, en un entorno familiar. Es el servicio el que se adapta al paciente, no al revés. Otra gran ventaja es que fuera de un hospital se evita cualquier tipo de infección cruzada, es decir, disminuyen de una manera clara las llamadas infecciones nosocomiales o intrahospitalarias. Asimismo, la comunicación es muy directa, diaria y personalizada. También se evita la desorientación, que en un porcentaje muy alto afecta a las personas mayores al sacarlas de su medio habitual y es un riesgo añadido que puede producir complicaciones médicas. Según una encuesta de hace 4 años, el índice de satisfacción de nuestros pacientes era cercano al 90 %.

- ¿A cuántos pacientes integra el servicio y cuál es su tipología?

- Ahora mismo, el número es aproximadamente de 1.100 pacientes al año. La edad media sigue la pirámide poblacional. El paciente suele ser muy mayor y pluripatológico. De manera estable se atiende a entre 35 y 40 personas al día y la estancia media en el servicio es de una semana. Se les hacen visitas diarias o alternas, cada 48 horas, como es el caso de los pacientes quirúrgicos que necesitan curas complejas. La tipología es tan variada como la propia hospitalización: admitimos pacientes en cuidados paliativos, es decir, que se encuentran en la fase final de la enfermedad, donde la atención terapéutica es hacer lo más cómodo posible el tiempo que les queda de vida.

El segundo gran perfil es el de aquellos con patologías crónicas agudizadas, fundamentalmente la pulmonar, EPOC, e insuficiencias cardíacas muy evolucionadas. El tercer tipo es el de procesos agudos, la mayoría respiratorios e infecciosos, tipo neumonía o celulitis [la infección de las partes blandas de la piel, no el problema estético]. De igual modo, actuamos como hospital de día, administrando en el domicilio medicaciones hospitalarias para evitar desplazamientos. El servicio también admite pacientes de alta precoz, es decir, aquel que está hospitalizado por un proceso quirúrgico o médico y al que, ya estable, se le oferta la posibilidad de que se vaya al domicilio antes de tiempo, en régimen de hospitalización en casa.

- ¿Cuántos profesionales trabajan en HADO en la actualidad?

- Seis facultativos, incluyéndome a mí, una supervisora de enfermería más otra siete enfermeras. El trabajo se distribuye en cuatro sectores, de tal manera que geográficamente asumimos el 67 % de la población del área del hospital de Ourense, el Cristal Piñor. Hay pueblos muy distantes a los que aún no llegamos. Cada médico con su enfermera son los encargados de uno de esos cuatro sectores, con un reparto proporcional de los pacientes. Hacen entre 8 y 10 visitas al día. En O Barco de Valdeorras, acaba de empezar a funcionar otra unidad, que engloba esa localidad y A Rúa. En el área de Verín, por el momento no opera.

- ¿Qué franja cubren las visitas?

-Está disponible los 365 días del año, con personal de guardia los sábados por la tarde, los domingos y los festivos. El horario es de 8 de la mañana a 21 horas de la tarde. Ante cualquier incidencia por la noche, la cobertura es del 061. Además de las visitas programadas tenemos un teléfono único donde se reciben llamadas; funciona como el timbre de una cama.

- ¿Potenciar este servicio no es una manera de recortar camas de hospital?

- El servicio ha nacido y se desarrolla pensando en el paciente, no en la administración ni en el dinero; estamos intentando humanizar la medicina, que sea más amable. Aparte de ser eficaz y evitar complicaciones asociadas al ingreso convencional, además es más barato.

- ¿No se obliga en cierto modo a las familias a gastarse dinero para poder tener al paciente en casa?

- No es una obligación sino un privilegio, por sus grandes ventajas frente al ingreso convencional. Ponemos lo necesario, como sueros, tratamientos endovenosos, medicaciones especiales que no están al alcance de atención primaria, así como oxígeno terapia, aerosol terapia e incluso ventilación mecánica; es decir, aparataje del que dispone el hospital y nosotros de él para atender en la hospitalización a domicilio. Si es preciso un electrocardiograma, lo hacemos y estamos pendientes de adquirir un ecógrafo portátil para poder hacer ecografías a domicilio. Por otra parte, facilitamos contactos con los trabajadores sociales si detectamos alguna deficiencia en la habitabilidad e incluso en el apoyo de la familia.

- ¿Cuál es el futuro de la HADO?

- El gran futuro del servicio pasa por canalizar al paciente desde atención primaria, evitando que llegue a urgencias. Precisamente estamos trabajando los protocolos con los médicos de cabecera. Si el paciente llega al hospital tenemos dos filtros, si no es necesario el ingreso: el área de observación y la unidad de corta estancia.

Además, existe un proyecto, llamado "Hospital en Casa", en cuyo estudio participaron unas 120 personas durante más de un mes, con el que podremos monitorizar a los pacientes de forma permanente, recibiendo vía inalámbrica las mediciones de pulso, glucemia, tensión arterial y peso.