La Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, ha lanzado la alarma sobre la venta de pescado y marisco,que se está realizado estos días pese a las altas temperaturas por las calles de Ourense incluso en la zona centro, en furgonetas no adaptadas para este trabajo lo que multiplica los riesgos de garantía sanitaria, además de tratarse afirman de una venta ilegal.

Los comerciantes integrados en la marca Plaza de Abastos muestran "una gran preocupación por la presencia de estos vendedores ilegales de pescado y marisco que ejercen la venta desde furgonetas piratas por toda la ciudad, pues es un problema que persiste en el tiempo y llegados los meses de más venta como Navidad o verano aumenta en perjuicio de los vendedores legales que si cumplen con la normativa sanitaria vigente" explican.

Consideran que "existe además un problema de salud pública, en esta venta de pescado y marisco ilegal por las calles más céntricas de Ourense, pues se realiza sin las mínimas condiciones higiénicas, sanitarias, controles de sanidad o cadena de frío y ayer a media mañana estas furgonetas estaban vendiendo a pleno sol en calle Concordia con el producto expuesto a la contaminación ambiental, sin cadena de frío y ningún tipo de medida higiénica como guantes o lavamanos".

Denuncia ante sanidad

Esas medidas "si se le exigen que al resto de comerciantes ourensanos, como es lógico", denuncian. Por ello y ante la peligrosidad de esta actividad y la preocupación que ha producido en el sector esta actividad la Plaza de Abastos, darán traslado mediante un escrito de esta problemática a sanidad para que tome las medidas oportunas para terminar con esta práctica.

Se trata ademas "de una actividad totalmente en negro, por lo que no existe justificante alguno ante un posible problema al carecer de factura, tique o albarán alguno que permita identificar al vendedor" denuncian.

Por otro lado "carecen también del necesario permiso de venta ambulante para poder vender en la ciudad de Ourense que tienen que exponer en lugar visible y que permite identificar al vendedor en caso de algún problema" añade Plaza de Abastos.

Lo mismo ocurre en caso de intoxicación ya que "al no tener registro sanitario ni lote no se podría detectar el foco del problema, como ha pasado recientemente con el brote de botulismo que se ha producido en Cataluña" advierten .

No conocer el origen del producto "impide saber si proviene de robos en lonjas, de extracción ilegal, zonas vedadas o incluso si es producto descongelado al carecer de etiqueta" por eso piden al consumidor que en caso de duda " pidan siempre factura, el vendedor está obligado a facilitarla y si la venta es desde un puesto móvil, asegúrense de que tiene el carnet de venta ambulante en sitio visible".