V. P. F. se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Ourense el martes, acusado de dos delitos de abusos sexuales a dos menores que jugaban en un parque de Verín, la mañana del día 22 de junio de 2015. La Fiscalía solicita una condena de 6 años de prisión, una prohibición de acercarse a menos de 100 metros de cada una de las dos menores así como de cualquier lugar donde se encuentren, y que se le prohíba comunicar con ellas por cualquier medio durante 5 años. Asimismo, el ministerio público pide al tribunal que restrinja al acusado la posibilidad de acudir a parques públicos o a lugares de ocio para menores por un periodo de 5 años. Tras su imputación, el juzgado de Verín ya le prohibió acercares al lugar de los hechos así como a espacios para menores.
La mañana del 22 de junio del año pasado, el acusado pasó con su furgoneta de trabajo por las inmediaciones de un parque de Verín, se detuvo y presuntamente se dirigió a dos niñas, una de 9 años y otra de 10. Según la versión de la Fiscalía, el individuo entabló conversación con las menores para posteriormente comenzar a hacerles preguntas personales y pedirles que se fueran con él detrás de la furgoneta.
Una vez que el acusado consiguió llevar a las niñas al lugar que había escogido, las colocó una de espaldas contra la otra y con ánimo libidinoso comenzó a realizarles tocamientos por el cuerpo, las cogió en brazos y las abrazó fuertemente contra su pecho, y les dio un abrazo y un beso al despedirse de ellas para ir a entregar un paquete.
Transcurridos unos minutos, el acusado habría regresado de nuevo al lugar donde se encontraban las niñas. A una le dijo presuntamente que tenía "la cintura muy fina" y pidiéndole que se sentara sobre sus rodillas para ver si podía con ella, aprovechando la ocasión para apretarla fuertemente hacia abajo. Según la Fiscalía, después le pidió a la otra menor que se sentara sobre la primera, mientras él las agarraba.
Presuntamente, pidió a una que se fuera de nuevo detrás del vehículo, y la otra, que vigilase que no viniese nadie, aprovechando para, con ánimo libidinoso, bajar ligeramente el pantalón de una de ella. Después, el acusado se habría despedido de las menores abrazándolas fuertemente y besándolas de nuevo en la mejilla, instándolas a que no contaran nada a sus padres.
Como consecuencia de estos hechos una de las niñas sufrió pesadillas y se volvió más introvertida. La Fiscalía pide que el acusado indemnice a cada una con 6.000 euros en concepto de daños morales.
