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La inspección detectó 84.044 litros de vino ajeno

En el relato de hechos probados que recoge la sentencia notificada esta semana a las partes implicadas se describe la función del Consello Regulador de la D.O. Ribeiro como garante de las condiciones y calidad del vino que llega al consumidor, certificadas a través de la contraetiqueta que acompaña a cada botella. Durante 2009, e incluso con anterioridad, señala la juez del Penal 1, Antonio B.O., socio y administrador de Bodegas Barbantiño S.L., "adquirió miles de litros de vino de procedencia ajena a la D.O. Ribeiro y de inferior calidad", utilizando para su distribución y venta contraetiquetas o precintos certificadores "que imitaban las auténticas de la Denomiación de Origen Ribeiro, haciendo pasar por auténtico el producto vendido a distribuidores de alimentación, y por estos a consumidores finales causando con ello el convencimiento de que el vino adquirido resultaba de una calidad y coste superior al que ostentaba en realidad". Una cadena de supermercados adquirió en 2009 a través de una distribuidora 11.304 botellas de la marca Bantiño a precios unitarios inferiores a un euro. Otra empresa compró directamente en la bodega 4.200 botellas Real Bantiño a 2 euros la botella. Una vez detectado el fraude y realizados los controles en bodega, el Consello Regulador constató un exceso de 84.044 litros de vino no amparados por la D.O. ni vendibles bajo su paragüas.

Bodegas Barbantiño, empresa fundada en 1960, representaba en aquel momento el 2,1 % del total de la producción del vino Ribeiro, con unos 200.000 litros en su última campaña. En 2010 y a raíz de la denuncia presentada por el consejo, la Consellería de Medio Rural inmovilizó y retiró del mercado este vino.

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