El consejo de administración de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, aprobó la adjudicación de las obras de la acometida eléctrica de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en Reza, que se encuentra en fase de pruebas, con una inversión de 1,5 millones de euros.

Una decisión que cierra el debate surgido en torno a qué administración debería asumir el coste, como sucedió en la última reunión de la comisión de seguimiento de la estación depuradora. Por parte del Concello, el edil de Medio Ambiente, José Araújo, dejaba claro desde un principio que "nosotros no podemos asumir ese coste" y señalaba que debería ser el Gobierno central el que tendría que hacer frente a ese nuevo sistema eléctrico de la infraestructura, que supuso una inversión cercana a los 60 millones de euros.

Descartada la otra administración firmante del convenio de colaboración para la construcción de la EDAR, en este caso la Xunta, ya que había aportado los 10 millones de euros que le correspondían, solo quedaba por conocer si el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente asumiría el coste, como así se concreta con el acuerdo adoptado por Acuaes.

El contrato para el abastecimiento eléctrico fue adjudicado a la empresa Eiffage Energía, que dispondrá de un plazo de ejecución de seis meses, con lo que la depuradora estará funcionando a pleno rendimiento, después de cumplir la fase de puesta en marcha, en diciembre este año.

En cuanto al proyecto constructivo de la acometida eléctrica, requiere la ejecución de dos "hincas", una de ellas para cruzar el río Miño, de 210 metros de longitud y 560 milímetros de diámetro, y la segunda de 40 metros para atravesar la carretera N-120. La nueva EDAR tiene capacidad para tratar un caudal medio de 72.192 metros cúbicos al día, el triple de la capacidad de la actual planta, que deberá ser derribada por sentencia del TSXG.