Las lluvias de primavera abonaron el crecimiento de la vegetación, una amenaza presente a las puertas de la campaña de mayor riesgo de incendios, entre julio y finales de septiembre. FARO hizo esta semana una visita por la periferia de Ourense y, en lugares castigados todos los veranos por las llamas, la maleza campa en pistas y parcelas próximas a viviendas. Frente al centro de menores de Montealegre, domina una parcela donde la basura acumulada tras cada magosto representa un foco de riesgo. En O Pino, la pista forestal que circunda las últimas viviendas de Bobadela y conduce al monte de Vilar de Astrés -podría servir de cortafuegos natural- también está invadida por vegetación tan alta como una persona. En la calle Godello, cruce con Marcelo Macías, las zarzas escalan hasta casi un primer piso. Incluso en las cunetas y medianas de la A-52 prolifera a estas alturas. Ayer, en gran parte de la provincia, el riesgo de incendio forestal era alto.
Desde el Concello de Ourense, el portavoz del gobierno, Pepe Araújo (PP), asegura que los trabajos de limpieza están en marcha en varios frentes. "Por un lado, cada día Ecourense actúa en diferentes lugares del rural para hacer desbroces y la brigada del rural del Concello está trabando en parques y otros lugares. Por otra parte, hemos pedido a la Diputación que actúe en algunas áreas así como a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, para que mantenga limpias las riberas".
Esta semana, el Comité de Defensa do Monte Galego criticó a la Xunta por "jugar todo a una carta, la de la extinción, creando un círculo vicioso" (el Pladiga establece 173 millones de euros de gasto para este año). Según el agente forestal Xosé Santos, miembro del citado colectivo, así como de Amigos da Terra y el Consello Forestal, "os traballos de prevención de incendios en áreas cortalumes ou faixas auxiliares de pistas e camiños non se realizaron ao seu debido tempo, antes da tempada de máximo risco".
La consellería de Medio Rural defiende que "a prevención axuda a minimizar os efectos dos incendios, pero cómpre lembrar que non falamos de xardíns, senón de terreos forestais, polo que resulta lóxica e normal a presenza de biomasa. O monte non é un campo de fútbol ao que se lle poida pasar un cortacéspede todos os meses". "A Xunta fai prevención todo o ano pero os donos das fincas teñen o deber de manter limpas as súas parcelas", añade la consellería. Según Medio Rural, "nun ano medio, o 30% dos lumes se producen no paso do inverno a primavera, o que chamamos precampaña, o 40% no verán e o 30% restante no resto do ano".
