Quería ser ingeniero y Aeroespacial fue una de sus opciones cuando formalizó la preinscripción en 2009. Las expectativas laborales inclinaron la balanza y no se arrepiente. Aunque el primer día en la Universidad Politécnica de Madrid no fue demasiado motivador: "Un profesor nos dijo, 'dentro de un año uno de cada tres no estará aquí', y se quedó corto". Él sobrevivió y actualmente está centrado en el trabajo de Fin de Grado en el que está diseñando la construcción de una calle de salida rápida en aeropuertos. Destaca que la formación recibida abre un amplio campo laboral. Un ámbito en el que sabe que no tendrá problemas: "El empleo va por bolsas de empresas en las que te apuntas para solicitar prácticas. No conozco ningún caso en el que vengan denegadas. Hay empresas grandes como Airbus, en Sevilla y Getafe, que solicitan bastante gente. Y en el extranjero hay oferta para aburrir, Canadá, Alemania, Francia...".