Una mujer de 64 años, que vivía sola, apareció muerta ayer en su domicilio de A Rúa de Valdeorras. Con problemas mentales, murió después de haber sufrido un golpe en la cabeza por una caída accidental, según la principal hipótesis. El cuerpo estaba junto a una ventana, rodeado por un charco de sangre. La señora podría llevar muerta desde el sábado. A última hora de la mañana, el médico forense llegó al domicilio y certificó el fallecimiento, sin necesidad de que se practicara la prueba de autopsia. La mujer, que no tenía familiares próximos, fue enterrada ayer tras una misa funeral en la Iglesia de Santo Estevo.

Fue la vecina de enfrente la que, extrañada por la falta de noticias de la mujer desde hacía unos días, decidió dar aviso a la Policía Local de A Rúa. Los municipales llamaron al timbre y no obtuvieron respuesta. Temiendo que la mujer pudiera haber sufrido algún percance en el domicilio, accedieron con la ayuda de una escalera por una ventana de la parte posterior de la vivienda, de planta baja y una altura, y encontraron tendido el cuerpo sin vida de la sexagenaria. El hallazgo se produjo sobre las 11 horas de la mañana de ayer. Al lugar de los hechos acudieron la Guardia Civil y la alcaldesa de A Rúa, María Albert. El despliegue levantó expectación entre los vecinos de la calle San Roque, la calle principal de la localidad valdeorresa.

Tercer muerte similar en días

Al envejecimiento de la provincia de Ourense, con un tercio de la población con más de 65 años, se suma la soledad como factor de riesgo para sucesos como el de A Rúa. Casi 31.000 personas viven sin compañía en Ourense; el perfil es el de una persona mayor: la edad media del hogar unipersonal se acerca a los 67 años. La pasada semana, fueron encontrados en su domicilio de la calle Gregorio Fernández de Ourense una mujer de 84 años que llevaba una semana muerta, y, desvanecido en el baño, el marido, de 86 años. Enfermo de alzheimer no había comido ni bebido. Falleció en el hospital.