Sin respuesta alguna a las denuncias y reiteradas críticas de los ciudadanos ante la "invasión" de vehículos en las calles peatonales, sobre todo en la zona histórica de la ciudad, así como la proliferación indiscriminada de terrazas en espacios públicos.

Dos cuestiones en las que insisten los grupos de la oposición, pero en las que aún no se han concretado soluciones inmediatas. Pues en lo que se refiere a las calles peatonales, el debate se centra en relación a los bolardos, instalados para regular las entradas de los residentes y vehículos autorizados, sin que se llegase a dar un paso más, como pretendía el grupo de Democracia Ourensana, que opta por retirarlos y apuesta por vigilancias con cámaras y sanciones de la Policía Local.

Nada se concretó y todo sigue igual o peor, como lo reconoce un ciudadano molesto con lo que sucede, ya que "es imposible ir tranquilo por las calles peatonales", y a modo de ejemplo señala como ejemplo palmario lo que acontece en la Plaza Mayor, donde se encuentra el Concello. "Si no se controla en ese lugar, menos en otras calles de la ciudad" que están señalizadas como peatonales. No hay horario establecido para realizar carga y descarga, y de haberlo no se cumple, como advierte uno de los asiduos "caminantes" del casco histórico, así como de la calle céntrica del Paseo.

Es por eso que en más de una ocasión algún peatón llegó a ser alcanzado por alguno de los vehículos que aprovechan que los bolardos están bajados para "acortar" recorrido por las peatonales, convirtiendo algunas zonas, como la calle Santo Domingo y el entorno de la Plaza do Ferro, en un fluir de coches, así como zona de aparcamiento indiscriminado".

Desde el Concello la respuesta pasa por señalar que no se puede tener un policía local en cada calle para controlar, debido a la precariedad de efectivos con que cuenta la plantilla y que sigue sin resolverse, ya que como denuncian los representantes sindicales, en la actualidad cuentan con 50 efectivos menos que hace 25 años.

Por lo que denuncian que tanto para el anterior gobierno socialista como el actual del Partido Popular, "no es un tema prioritario, así como el de bomberos", sentencia el presidente de la Junta de Personal, Daniel Salgado, a la espera de que se convoquen las plazas necesarias a través de la oferta pública de empleo.

Saturación de terrazas

El otro problema está directamente relacionado con la instalación de veladores y terrazas en suelo público, con un "descontrol total", como reconoce tanto el gobierno municipal como los grupos de la oposición, que a día de hoy siguen sin ponerse de acuerdo para la aprobación de la nueva ordenanza, ya que la que está en vigor tiene más de 20 años, y que no se cumple.

La realidad es que el número de sillas y mesas se disparó, y algunas zonas existe una importante "saturación", como en su momento denunciaron colectivos vecinales y residentes de muchas calles, alertando del riesgo que existe, ya que, como sucede en la conocida como "calle dos viños", es imposible el paso de un vehículo de producirse una emergencia.

Y si el anterior gobierno socialista fue incapaz de aprobar la nueva ordenanza, después de un año al frente del gobierno, el Partido Popular sigue sin conseguir los apoyos necesarios para aprobar una nueva ordenanza, cuyo documento es similar al que estaba sobre la mesa.

La edil de Comercio, Fernández Morenza, dice esperar alcanzar un acuerdo, aunque alude a la postura de los socialistas, al pregonar que el documento es el mismo que dejaron ellos, pero luego presentan una enmienda a la totalidad del mismo. Lo que sí señala es que se incrementaron los controles por parte de la Policía local para impedir que "el desorden vaya a más".

La implantación de las calles peatonales en la ciudad se habían convertido en una esperanza para los ciudadanos, así como una tranquilidad al reducirse el paso de vehículos. Pero la realidad es otra muy diferente, como reconoce un ciudadanos, jubilado para más señas, que diariamente pasea por la ciudad. Su conclusión es un mensaje muy crítico: "Los peatones estamos vendidos".

Y razón no le falta, al menos así se puso de manifiesto en la comisión municipal de la movilidad, que se puso en marcha a raíz del incremento de atropellos en diferentes puntos de la ciudad. Pero se sigue en el debate, ya que las medidas son más bien pocas, así lo entienden los colectivos vecinales consultados de las zonas que están señaladas como "sensibles" en lo que a atropellos y accidentes se refiere.

Otra consecuencia del continúo transito de coches por las peatonales se refleja en el deterioro de las plaquetas de la calzada, y eso suponen un coste para las arcas municipales, debido a que se debe proceder, antes de lo previsto, a su sustitución. Además de que ya son muchos los ourensanos que presentaron la correspondiente reclamación patrimonial al Concello por caídas.

La falta de medidas ante estas y otras situaciones, se convierte en centro de las críticas de colectivos que forman parte de la comisión de movilidad, como es el caso del representante de STOP accidentes, Benito Bouzada, partidario de implantar acciones para mejorar la seguridad de los peatones.