- Has firmado "Mientras haya bares" en la Feria del Libro de Madrid y llevas semanas con entrevistas con medios de toda España. ¿Qué escribirías de un escritor así?

- Diría: pobre escritor que abusa del presente. Es algo a lo que asisto con mucho escepticismo y sin concederle demasiada importancia, al fin y al cabo lo importante es seguir escribiendo. La cuestión no es aparecer como un escritor o columnista, no tengo interés en ser escritor, sino en escribir. No me tomo en serio, y no tomarme en serio me preserva de mi estupidez, de pensar que porque apareces en un medio en el que se hacen eco de tu obra eres alguien más relevante que cuando no apareces pero sigues haciendo lo que quieres, que es escribir.

- En la última entrevista con FARO anunciaste un proyecto de novela centrada en la corrupción.

- Estoy intentando hacer una novela que abarque un amplio periodo de años y que trate el poder y cómo se conquista, se extralimita y se corrompe finalmente; y eso me va a llevar cientos de páginas. Va a ser una novela muy larga, muy coral, con muchos protagonistas, algo que hasta ahora nunca he hecho. Llevo un año y medio trabajando de una manera muy sistemática y disciplinada, que al final es esa parte de la literatura que uno tiende a minusvalorar. Además de talento es importante tener disciplina. Tengo un año por delante y espero que en 2017 salga el libro.

- ¿Vale Ourense de inspiración?

- Soy incapaz de escribir sin tener en cuenta lo que pasa a mi alrededor, pero hace tiempo ya que ese Ourense políticamente oscuro, corrupto, caciquil, arbitrario y en el que es importante ante todo tener agenda y amigos, todo ese Ourense hace tiempo que me importa un carallo, que no me sirve para escribir lo que quiero. Vivo en otro Ourense, en el que me cruzo con Yosi [de Los Suaves], en zapatillas, corriendo al bar, atravesando un paso no habilitado para peatones, o en el que me siento a tomar algo con mi amigo Manuel de Lorenzo. Mi Ourense es un Ourense íntimo, ya no es siquiera una ciudad, es una calle o un bar.

- ¿Ha caducado esa etiqueta de que la ciudad es la Atenas gallega?

- Perdió sentido porque las ciudades como Ourense han perdido patrimonio humano. La gente con interés por la creación raramente consigue desarrollar su arte y al mismo tiempo buscarse un modo de vida sostenible en la propia ciudad. Cada vez más los ourensanos, u otros habitantes de ciudades como Ourense, buscan su destino fuera. Conozco a gente de talento de Ourense que no vive aquí. Ya no se puede hablar de Ourense como una Atenas de Galicia porque los atenienses ya no viven aquí.