Llegó el buen tiempo y las terrazas de la villa de O Carballiño se llenan de gente pero algunas ofrecen cierto aromas a los usuarios que preocupan a los hosteleros. Y es que en algunas calles los sumideros desprenden malos olores, especialmente en un tramo de la calle principal donde este fin de semana incluso un hostelero tuvo que levantar una rejilla para colocar un plástico y así evitar el desagradable olor a sus clientes.

Se trata de un problemas que es reiterativo de todos los veranos, después de irse las lluvias y llegar los días de calor, pero que es muy desagradable para quienes tienen que soportarlo. "Esto es insoportable y hay que buscarle solución. Pronto van a llegar los turistas y estos olores espantan", comentaban este domingo un grupo de usuarias de una de las terrazas de la calle principal.

Hay varios hosteleros que se quejan de estos olores, especialmente en el tramo que va desde el inicio de la calle principal hasta la Plaza Mayor, donde incluso uno intentó sofocarlos un poco poniendo un plástico debajo de la rejilla.

Desde el Concello el teniente alcalde, Adolfo Nogueira, señala que siempre se produce en verano este problema, que se trata de una red de sumideros muy antigua y que la única solución mientras no se renueve la red es dar manguerazos de agua. No obstante, recuerda que este año se limpiaron las alcantarillas en primavera cosa que antes no se hacia. Dice que se volverá a lavar todas las alcantarillas y también observa que los días de feria las pulperas echan el agua del pulpo a las alcantarillas y al no llover eso queda ahí y los días siguientes el olor es desagradable