Ha pasado más de un año de la muerte de Socorro Pérez pero la confirmación del fallecimiento tardó 35 días en llegar. Mañana se cumple un año del hallazgo del cadáver de la ourensana de 43 años que hacía running por el entorno del Seminario. Era una de sus rutas preferidas para practicar deporte y muchas personas lo corroboraron cuando la Policía Nacional activó el dispositivo de búsqueda por esta zona y las riberas del Miño. Sus padres supieron enseguida que algo iba mal y denunciaron la desaparición cuando no se habían cumplido ni 24 horas. Socorro era una mujer ordenada y metódica. El sábado 3 de mayo comió con sus padres en Rabo de Galo y antes de irse quedó con su madre en que la recogería al día siguiente para pasar el día en Ferreira de Pantón. Pero no apareció.

La búsqueda se centró en el Miño y en el Seminario, pero pasaban los días sin rastro de la vecina de O Couto. Ni una sola pista. Al trigésimo quinto día de su desaparición, tres cazadores amigos de la familia que no habían dejado de buscar la encontraron en una zona de matorrales en el entorno del seminario. El estado en el que se hallaron sus restos constató el posible crimen sexual y la muerte violenta. Sufrió un fuerte golpe en la cabeza, probablemente con una piedra. De ese hallazgo se cumple mañana un año y sus allegados han querido recordarlo con varios homenajes.

Ayer se celebró una misa en la iglesia de Fátima a la que acudieron decenas de personas y mañana se realizará una ofrenda floral en el lugar en el que se encontraron sus restos. El párroco habló en nombre de todos al recordar a Socorro Pérez como una "chica feliz, reflexiva, buena compañera y amiga comprometida". Son muchos los recuerdos que todavía la mantienen con vida en su círculo de amigos y familiares, aunque un año después de la confirmación de su muerte violenta, indicó el párroco, "la tristeza sigue en nuestros corazones". Se lamentó el sacerdote de que haya pasado tanto tiempo y siga sin esclarecerse este crimen, "sin conocerse los porqués de esa muerte, ni quién o quiénes la han provocado".

La familia sostiene que la investigación no fue diligente en su inicio y que esto ha llevado a que no sea fácil su resolución. Reprochan que se hubiese tardado tanto en encontrar el cuerpo, circunstancia que borró pistas y huellas que facilitasen la identificación del autor o autores. Por iniciativa del nuevo comisario, Antonio Álvarez Valencia, se ha incorporado al caso una unidad experta en homicidios sin resolver de la Dirección Adjunta Operativa, que depende directamente del director general de la Policía Nacional. El de Socorro Pérez ha pasado a formar parte de una larga lista de crímenes aún sin resolver en España, un total de 484.