La brigada de conservación del patrimonio de la Fundación Curros Enríquez limpió la maleza de la fachada de la iglesia del Monasterio de San Rosendo de Celanova. Una tarea que se demoró debido a las lluvias que no cesaban.

La adversa climatología hacía imposible llevar a cabo los trabajos de conservación previstos y que por fin se ejecutaron ayer. Se limpió la maleza que a lo largo del invierno creció sobre la ornamentación artística de la fachada del templo.

La permanente presencia de las palomas que anidan en el lugar, junto con la propia climatología y las condiciones arquitectónicas del edificio con grandes mesados sobre los arcos, las "arquivoltas", los dinteles y las barandillas de la fachada, hacen que de forma periódica haya que llevar a cabo trabajos de mantenimiento del conjunto, pues cualquier otra actuación de prevención de la presencia de las palomas no han dado en ningún caso, resultados satisfactorios.

El principal problema para llevar a cabo estos trabajos de conservación son las propias dimensiones de la fachada que obligan a la contratación de una grúa de grandes dimensiones para poder acceder a los espacios donde es preciso llevar a cabo la limpieza, de ahí que a veces resulte dificultoso y especialmente oneroso ejecutar con más frecuencia estas labores. El coste del servicio de grúa será sufragado por el Concello de Celanova y la Parroquia de San Rosendo, mientras que los trabajos fueron ejecutados por la brigada de conservación del patrimonio cultural y natural de Celanova.