S. F. L. se conformó ayer con una condena por falsedad documental, en concurso medial con un delito de estafa, tras reconocer que simuló la firma de su pareja sentimental, ya fallecida, para poner un vehículo Quad a su nombre que después vendió a un tercero, sin que este último tuviese conocimiento del origen ilícito. La mujer aceptó una multa por un importe total de 540 euros, así como una pena de prisión de 6 meses sin efectos, puesto que carecía de antecedentes penales.

Su pareja falleció en octubre de 2010. Diez días después, la mujer acudió a Tráfico. Tras simular la firma del fallecido, transfirió a su propio nombre un quad, en perjuicio de los herederos legítimos de su pareja, tal y como queda probado. Posteriormente, en noviembre de 2010, vendió el vehículo a un tercero de buena fe. La madre y heredera legítima del fallecido sufrió un perjuicio patrimonial no tasado, pero en todo caso superior a 400 euros (el mínimo para constituir delito).