J. R. D. V. S., de 51 años, se tomó a mal la llamada de su empresa para recibir la carta de despido. Según sostiene la Fiscalía, que ayer mantuvo la acusación contra él tras la celebración del juicio, el hombre llegó presuntamente hasta el extremo de empujar contra la pared a una de las propietarias de la mercantil.

Fue citado en la sede el 11 de enero de 2014. Empezó una discusión y, supuestamente, arremetió contra su jefa, causándole una contusión en el cuarto dedo de la mano derecha, en el que tuvieron que colocarle una férula antiinflamatoria.

La mujer necesitó una asistencia médica, sin necesidad de tratamiento. Tardó en curarse de la lesión en el dedo 5 días, durante los cuales no estuvo impedida para sus quehaceres habituales. No le quedaron secuelas, según informó el médico forense. Por esta acción, la Fiscalía pide la imposición al acusado de una multa de 600 euros, así como el pago de una indemnización a favor de la víctima de 150 euros.

Pero el trabajador despedido se enfrenta, además, a una posible condena de un año y medio de prisión, acusado de una presunta apropiación indebida. Según la versión que hace suya el ministerio público, tras el despido, el imputado no hizo caso tras ser requerido por la empresa para que devolviera los objetos que le habían sido entregados con razón de su trabajo.

Se trataba de un teléfono móvil, tres trajes de trabajo, un par de botas de seguridad, una cafetera, un exprimidor eléctrico y una tostadora. Los objetos fueron valorados en un total de 520 euros.

En el supuesto de que el individuo sea condenado, tendrá que indemnizar a la empresa para la que trabajó en la cantidad en la que fueron valorados los objetos que presuntamente se apropió de forma indebida.

El juicio se celebró ayer en el Penal Número 1 de Ourense. El acusado niega los hechos y la defensa solicita la libre absolución. La magistrada dejó el caso visto para sentencia.