"Me devoraron ya 9 ovejas en cuestión de diez días y el último ataque fue este sábado, a las 3 de la tarde. Yo estaba muy cerca de mi rebaño desbrozando la finca, y no me cabe duda de que el animal que tuve delante de mi y que atacó a los animales era un lobo; es más, tuve que empezar a gritar para asustarlo y amenazarlo con una horquilla", explica Juan Carlos Estévez "porque no se le veía atemorizado por lo que supongo que cerca, había más".

Él es uno de los ganaderos de Amoeiro víctimas de una oleada de ataques a reses de este municipio ourensano que, por su forma de producirse, se atribuyen a una manada de lobos y que según Juan Carlos, están cambiado los hábitos de vida de los vecinos, "y algunos como mi madre, ya no salen solos a dar sus paseos, e incluso estamos teniendo especial cuidado con los niños del pueblo", advierte.

Los primeros ataques comenzaron a principios mayo, en dos núcleos de Amoeiro, Os Garabatos y Os Casares, que están en plena travesía urbana del municipio. En vista de que los se intensificaron en esta última semana, el Concello de Amoeiro ha dado la voz de alerta "y nos pusimos en contacto con el jefe del servicio de Conservación da Natureza de Xunta en Ourense, desde donde nos han confirmado que van a hacer una vigilancia de la zona durante veinticuatro horas para ver si detectan la presencia de estos animales pues, por su forma su forma de actuar, los vecinos creen que son lobos y además en manada", explica Rafael Rodríguez alcalde Amoeiro.

Según explica en su denuncia los ataques se focalizaron en O Casares y en la zona próxima de Os Garabatos. El primero de los ataques fue el miércoles 18 de mayo, entre las 12:00 y las 15:00 horas, a escasos 20 metros del centro del núcleo, resultando en la muerte de 4 ovejas y 3 corderos y quedando herida una oveja más. Tres días después sucedió un nuevo ataque al mismo rebaño, en esta ocasión alrededor de las 17:00 horas, y desapareció otra, cuyos restos fueron visualizados al día siguiente (domingo 22 de mayo) en el parque infantil situado en el centro del lugar, a las 10:00 horas. Finalmente el sábado 28 de mayo, se producía ese nuevo intento de ataque en presencia del propio dueño de los animales, Juan Carlos Estévez.

En el casos de Os Garabatos los ataques fueron el 4 de mayo, y apareció devorado un ternero de una cabaña de ganado vacuno, localizado en el paraje conocido como Sabuxe.

El segundo ataque en ese mismo núcleo y al mismo ganadero se produjo el 25 de mayo al mediodía también y como resultado fue devorada otra ternera.

Según Juan Carlos Estévez, quien ha cursado ya su escrito a la Xunta informado de los daños sufridos, el problema adicional "no es solo la pérdida de nuestra fuente de ingresos, sino que los animales que quedan se estr esan y sufren daños añadidos".

De hecho tras el ataque de los lobos, desapareció una vaca cachena preñada, a la que, según informa el Concello de Amoeiro "no fue posible reducir ni con la ayuda de dardos anestésicos de agentes especializados, y que fue finalmente reconducida cara su propietario el 28 de mayo, gracias a ayuda y la colaboración de varios vecinos del municipio".