Y si el presidente cameral incidió en la "travesía" que le tocó recorrer a la Cámara desde el Real Decreto de 2010 que dejaba sin efecto las cuotas obligatorias, que se acentuó dos años después, y fue derivando en la situación actual, el que fuera presidente de la CEO, Manuel Martínez Rapela, lanzó una proclama en el conjunto socioeconómico de la provincia, y en concreto de la Cámara: "tenemos que clamar ante las instituciones, pero de forma unidad". Un mensaje claro a la "división" que se visualiza en el empresariado ourensano que "genera desconfianza". En el análisis que hizo, con datos sobre la mesa, , dja claro que "estamos en un momento crucial para la economía ourensana", debido a que "no llegamos a la cuarta parte del PIB de Galicia".