Ante el anuncio de la llegada en la próxima semana de un anticiclón, los agricultores de A Limia están un poco esperanzados en que mejoren las condiciones de la tierra para poder sembrar la patata, ya que hasta ahora como mucho, y siendo optimistas, se ha plantado un 20 por ciento. Pero la preocupación no está solo en que venga el buen tiempo para esta tarea, sino que cuando llegue el momento de recoger la cosecha, que será en octubre-noviembre, no lleguen las precipitaciones e impidan recogerla, algo que no sería la primera vez que sucede. Como se puede ver, el futuro del agricultor no siempre depende de su buen hacer y en A Limia este año la producción se verá mermada, rogando que a mayores no se quede en la tierra y sea sana.

Mirando al cielo, esperando a que pare de llover. Así llevan varios meses los agricultores de A Limia, que solo han sembrado entre un 10 y 20 por ciento de patatas. Explica Servando Álvarez, técnico del Instituto de la Patata en Xinzo, que desde enero las lluvias condicionaron que las tierras no estén listas para sembrar, que la maquinaria se siga enterrando, y que esta semana nuevamente "llueve sobre mojado" por lo que habrá que esperar otra semana o más para que la tierra reúna condiciones. Y aunque la siembra lleva un retraso de mes y medio a dos meses, "no debería suponer un problema grande", pero el problema podría surgir al recoger, en octubre-noviembre, no en septiembre como debería ser, ya que si surge un ciclo de lluvias para entonces la patata podría quedar en la tierra. O sea, que el pobre agricultor pasará el verano sin librarse ni descansar de las preocupaciones.

Pero eso no es todo, los agricultores tenían todo listo para plantar hace mes y medio, por lo que la semiente lleva todo ese tiempo en los almacenes, perdiendo capacidad germinativa, y se está pudriendo. Observa Álvarez que hace 15 o 20 días se plantaron algunas parcelas y la semilla se pudrió por lo que tuvieron que replantar, y para colmo, "ya no hay patata de siembra en el mercado" y ello puede ser un "problema serio".

Dice que A Limia está "prácticamente sin sembrar", ya que ni siquiera se ha podido plantar el cereal de primavera y el de invierno se perdió. Y aunque aún falta ver cómo se comporte el verano, no se prevén daños fitosanitarios en la patata, solo en el rendimiento de kilos por hectáreas.