El grupo de investigadores en arqueología de la Facultade de Historia de Ourense tratará sacar a la luz el castro de Formigueiro, un antiguo asentamiento en los Chaos de Amoeiro, parroquia de Trasalba, que la cultura popular, numerosos grabados, un pozo excavado en la piedra y otras evidencias en superficie sitúan bajo las ruinas del Castelo de Alba de Búbal, una construcción del siglo XI que fue derrocada por los irmandiños y reconstruida posteriormente como cabeza de jurisdicción hasta su ruina definitiva en la Edad Moderna. Los arqueólogos y la propia historia sostienen que ese castillo se construyó sobre una zona de ocupación galaica antigua o castrexa y el Concello de Amoeiro, a través de un convenio de colaboración con la Universidade de Vigo, se ha propuesto descubrirlo para poner en valor las raíces del concello y su patrimonio.

El acuerdo, que sienta las bases para desarrollar un proyecto de investigación y valorización patrimonial durante cuatro años de trabajo, fue ratificado ayer con la firma del vicerrector del campus de Ourense, Virxilio Rodríguez, y el alcalde de este ayuntamiento, Rafael Rodríguez, en un acto en el que también participaron Beatriz Comendador, vicedecana de la Facultade de Historia en la que se imparte el máster en Arqueoloxía, y Ladislao Castro, responsable del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio, GEAAT, e investigador que dirigirá este proyecto.

Durante cuatro años se desarrollarán en la zona trabajos de prospección, excavación, analítica y estudio de materiales, así como labores de conservación y restauración de piezas, musealización, difusión y divulgación de los hallazgos y de la historia del asentamiento.

El director del proyecto, Ladislao Castro, avanzó que la zona que se estudiará se emplaza en Os Chaos de Amoeiro, en una zona próxima al río Barbantiño. Se trata de un espacio con "una personalidad especial" adquirida, probablemente, por la presencia de una ocupación muy antigua que habría elegido esta zona aprovechando las condiciones geográficas de bocaribera y sus recursos mineros. La presencia de estelas de la cultura castrexa reutilizadas en la arquitectura popular son algunas de las evidencias de la existencia de este castro y, en particular, los hallazgos en Formigueiro y Fontefría. Estos y otros indicios, así como las referencias toponímicas que incluso recogió Otero Pedrayo en su obra sitúan el castro bajo el castillo de Alba de Búbal, fortaleza que resistió en pie hasta la Edad Moderna y que fue uno de los símbolos de la resistencia de Os Chaos de Amoeiro contra la invasión francesa.

Un equipo de 12 personas

El trabajo empezará el próximo mes de julio a cargo de un equipo de 12 investigadores del GEAAT y alumnos de la Facultade de Historia. Este grupo se encargará de realizar la primera campaña arqueológica en Formigueiro a la que sucederán nuevas intervenciones. Según recoge el convenio suscrito ayer, el proyecto de investigación no se centrará únicamente en la excavación y documentación de los hallazgos, sino que también se organizarán actividades académicas relacionadas como la participación de alumnos en las excavaciones, apoyo a los investigadores en formación, presentación de comunicaciones en congresos y simposios científicos, exposiciones, visitas guiadas y charlas divulgativas. Al mismo tiempo, el equipo de trabajo deberá actuar en coordinación con otros proyectos histórico-arqueológicos o de índole patrimonial que se realicen o puedan realizarse en el futuro ajenos a la universidad.