Adif ha reanudado ayer la actividad en la vía izquierda del subtramo Vilariño-Campobecerros, correspondiente a la Línea de Alta Velocidad (LAV) Madrid-Galicia, en la provincia de Ourense.

Este subtramo, de 7,9 kilómetros de longitud, está integrado en su mayor parte por el túnel de Bolaños (6,7 kilómetros), único de la línea excavado con tuneladora. El túnel se encuentra entre los términos municipales de Castrelo do Val y Vilariño de Conso. Se trata de un túnel bitubo: una vía por cada tubo. El destinado a la vía izquierda se encuentra en fase de excavación, mientras que el tubo derecho ya está finalizado.

La aprobación de un proyecto de obras complementarias en este subtramo va a permitir dar continuidad a los trabajos. La actuación contribuirá a reforzar y consolidar el avance en la excavación del túnel de Bolaños, con el objeto de atender a las singularidades geológicas detectadas en su ejecución, mediante la inyección de una resina expansiva especialmente indicada para este tipo de operaciones. El presupuesto de estos trabajos es de 19.159.380 euros, IVA incluido.

Escudo para roca

Para la ejecución del túnel se utiliza una máquina tuneladora TBM, consistente en un escudo simple para roca, dotada de una rueda giratoria de corte del terreno en su parte frontal. El material excavado es evacuado al exterior del túnel mediante una cinta de transporte continua.

El sistema de ejecución con TBM permite ejecutar la construcción de una forma continua. En esta modalidad, se reviste la excavación de forma inmediata, mediante la colocación de las dovelas de hormigón prefabricado, dejando terminada la sección del túnel, a falta de los acabados, andenes y drenaje interior. Una vez construido, la sección del túnel será de 52 metros cuadrados y alojará una vía de ancho estándar o UIC (1.435 mm).

El subtramo Vilariño-Campobecerros, correspondiente a la vía izquierda, también incluye la construcción de varias galerías de comunicación entre los túneles de vía derecha y vía izquierda, separadas dichas galerías entre sí unos 400 metros, y con una sección de unos 18 metros cuadrados.

La actuación concluirá con la habilitación de un falso túnel construido a cielo abierto en cada uno de sus extremos, con longitudes de 54,2 y 18 metros, que permitirán la integración ambiental de los emboquilles.