El junio de 2015, una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, le otorgaba a Víctor, un niño que tenía entonces cinco años y con numerosas patologías relacionadas con su déficit de hormona del crecimiento, el derecho a recibir este tratamiento, tras una batalla que los padres habían iniciado años antes, para garantizar el derecho de su hijo a crecer.
"Desde entonces Víctor mejoró en todo, no es solo crecimiento físico sino cognitivo, la vida ha dado un cambio total para él y para nosotros; ya no te levantas pensando si ese mes conseguirás con la ayuda de familia amigos costear unas dosis diarias, cuyo precio varía según la cantidad, pero que no podíamos garantizarle y a las que había que sumar, consultas, revisiones " explicar Rosa María, la madre de Víctor
Ahora "no se cansa de jugar; en en el primer año creció 1 3 centímetros y su vida está casi normalizada" explica. La cruzada legal tuvo una resolución firme y cada mes recogen en la farmacia del Complejo Hospitalario de Ourense e l medicamento que garantiza que sus hijo puede seguir adelante y no anquilosado en una silla o en el pupitre de un colegio sin fuerzas físicas para llevar una vida normal.
La recogida de tapones a través de la campaña Tapones para Víctor se hizo célebre en Ourense. "Dejamos el blog abierto por si alguien quería recabar ayuda o información que tuviera donde encontrarla, pero en este tiempo solo supimos de una niña con el mismo problema, cuyos padres decidieron no denunciar" explica Rosa.
A la vista de lo ocurrido con Víctor y el giro que ha dado su vida "animo a los padres a que no tengan miedo, este tratamiento es un derecho y el tiempo que se pierde en los años que te pasas hasta que ten dan un diagnóstico primero y luego empiezas a moverte es mucho; que luchen por la salud de sus hijos, que no teman represalias; esta sentencia del TSXG nos dio la razón y ya no tenemos que seguir peleando para algo que un juez consideró un derecho".