Lanzaron ráfagas de disparos contra la entrada principal del hospital de Ourense. La Policía Científica identificó más de una veintena de impactos de escopetas y rifle -después de, al menos, una docena de detonaciones- que acribillaron desde la fachada y las puertas acristaladas hasta el escritorio de información del vestíbulo. Siete miembros de una familia de etnia gitana pasarán hoy a disposición de la magistrada de guardia, la titular de Instrucción 3 de Ourense, Eva Armesto, por el altercado con escopetas y rifle que desató el caos y pudo causar una tragedia, a las 23.30 horas del domingo. Los detenidos son un matrimonio y dos hijos, así como un progenitor y dos vástagos. Los padres varones son hermanos. Los siete, investigados por delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas, fueron identificados como Moisés y Daniel G. B., Antonio G. M., Yolanda B. J., Diego G. M., Miqueas G. M. y Rubén G. M. Según fuentes del caso, se acogieron a su derecho a no declarar en la Comisaría.

VÍDEO | Un vigilante de seguridad intimida a los asaltantes. // FdV

En la lluvia de proyectiles, resultaron heridos dos varones con relación de parentesco, aunque entre los integrantes desterrados desde hace años por una enemistad intestina de la familia, Eduardo M. J. y Francisco M. G. Uno recibió un impacto en la cara y al otro, un perdigón le alcanzó la espalda. Heridos de carácter leve, fueron atendidos en el servicio de Urgencias del propio hospital y recibieron el alta poco después porque las lesiones eran de escasa consideración.

En un primer momento, la Policía apuntó en un comunicado a que las causas del suceso se debieron a "la presencia de dos mujeres embarazadas, ingresadas en dos plantas distintas del Complejo Hospitalario", sumado a una disputa de antiguo entre los dos clanes enfrentados. Dos mujeres coincidieron en el centro, pero el detonante habría sido otro. Hace años, la familia se partió en dos por sus desavenencias. Una parte siguió residiendo en el asentamiento de A Fontenla, situado a la entrada de O Carballiño, mientras que los rivales fueron desterrados al poblado de Maside.

Una joven del primer clan empezó una relación con un hijo de la facción repudiada. Se quedó embarazada. Su pareja, según fuentes próximas a la investigación, no era aceptada por sus familiares. Los investigados son parientes de sangre de la chica, que presuntamente se desplazaron a Ourense para atacar al clan rival aprovechando su presencia en el hospital, después de recibir noticias de que la joven acudía al edificio materno infantil. Dispararon al verlos en la entrada. La chica, que se había ido a vivir al asentamiento de la familia política, acudió el domingo a registrarse para dar a luz en la residencia de Ourense, pero finalmente no se puso de parto y abandonó el centro a las 3 de la mañana.

Los asaltantes acometieron desde dos automóviles con los que después se dieron a la fuga, disuadidos por un vigilante de seguridad que les hizo frente con decisión y arrojo pese a no estar armado. El profesional identificó a dos de los implicados en una rueda de reconocimiento.

Moisés y Daniel, de 22 y 25 años, fueron arrestados la noche del domingo al lunes, después de abandonar dos escopetas con cartuchos de posta y un rifle, con munición de bala, envueltas en una manta que dejaron bajo unas escaleras en la Plaza de San Cosme, en el casco histórico. La Policía dio con los dos sospechosos gracias a la información facilitada por una dotación del 061.

De las tres armas, dos están registradas en Portugal y Francia, mientras que la tercera tiene la numeración borrada. La Policía investiga si fueron utilizadas en más hechos delictivos.

VÍDEO | Hasta una docena de impactos de bala en las paredes y puertas del hospital de Ourense. // FdV

Cinco de los implicados se entregaron ayer a las 16 horas en la Comisaría de Policía Nacional de Ourense, fruto de la negociación que los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) hicieron en el poblado. Los agentes acudieron con apoyo de funcionarios de la Seguridad Ciudadana.

Las declaraciones y el curso de la instrucción determinarán el grado de responsabilidad de cada uno de los siete implicados en los disparos y los delitos que se investigan en principio, los de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas. Además, los investigadores UDEV de Policía Judicial de la Comisaría procedieron a la incautación de los dos automóviles utilizados en los hechos, dos turismos de las marcas Fiat Punto y Ford Focus.

La Subdelegación del Gobierno se felicitaba ayer "por que no hubiera que lamentar víctimas ni entre ellos ni colaterales con la lluvia de proyectiles". Ayudó la hora en la que tuvo lugar el incidente, con menos afluencia de personal sanitario y usuarios en el vestíbulo. Las autoridades destacaron, asimismo, la importancia de la colaboración entre Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil tras el suceso. Un macro operativo "cerró" la ciudad. Además, se estableció un dispositivo de seguridad con el instituto armado para garantizar que no se pudiesen reproducir episodios de tensión entre los clanes durante el traslado de los dos lesionados a Maside, una vez que recibieron el alta y prestaron declaración sobre los hechos.