El estruendo de una sucesión de descargas hizo temer lo peor. Sonaba a tiros...y lo eran. Los profesionales y usuarios que se encontraban la noche del domingo en la residencia de Ourense sufrieron momentos de tensión y nerviosismo, y de posterior incredulidad al comprobar el reguero de impactos en pleno acceso principal al edificio Cristal. Testigos aseguran que varios trabajadores y ciudadanos reaccionaron buscando un refugio en habitáculos tras escuchar los disparos. La Dirección del CHUO aseguraba ayer que "pese a los momentos de tensión vividos, tanto en Urgencias como en el resto de servicios, la asistencia sanitaria se desarrolló en todo momento con normalidad, gracias a la admirable profesionalidad y compromiso del personal".

La Gerencia de Gestión Integrada se expresó ayer por la mañana en boca del director de Procesos de Ingresos, MIguel González, en una comparecencia ante los medios sin preguntas.

La dirección rechazó el uso de las armas "en un entorno hospitalario, inviolable según todas las convenciones internacionales, por lo que no hay nada que justifique su uso, poniendo en riesgo la vida de las personas que precisamente acuden para recibir asistencia". El CHUO agradeció que "a la hora de los hechos, en la entrada principal no había mucha circulación de público y personal", lo que evitó más daños personales.

Dos vigilantes por las noches

Sólo hay dos vigilantes de seguridad por las noches para proteger el complejo. "En prevención de nuevos incidentes", según la dirección, el Sergas pidió apoyo a las fuerzas de seguridad para "reforzar las medidas de seguridad". Una furgoneta de la Policía Nacional acudió ayer por la mañana al centro sanitario.