Tres mil hectáreas de cuatro municipios de A Limia fueron pasto del fuego en el mayor incendio forestal registrado en 2015 en Galicia. La Serra do Larouco ha recibido medio millón de euros en ayudas para tratar de recuperar un enclave que vecinos y activistas tratan de dinamizar desde ópticas que entroncan con la concienciación ambiental. Algunas zonas han reverdecido. Ayer, la asociación Amigos do Larouco, en colaboración con la Asociación de Vecinos Lucenza-Cualedro, Amigos da Terra y Ríos Limpos, organizó un acto en conmemoración del Día das Letras Galegas, con la lectura de cuatro poemas de Manuel María que hablan de cuatro especies arbóreas: carballo, salgueiro, abidueira y abeneiro, en su denominación en gallego. Al terminar, esos cuatro árboles fueron plantadas en el Larouco.

La jornada empezó con distintas caminatas hasta el que se ha bautizado como "Banco da Esperanza", tras denominarlo después del incendio "o máis triste do mundo", por el paisaje desolador que se vislumbraba a su alrededor. Los participantes visitaron el "Penedo que toca", una piedra hueca en el interior que suena a campana. Llevaba más de 15 años oculta por la vegetación y afloró a causa del fuego.

Tras la comida en un área recreativa, en una zona recuperada por los vecinos después de la tragedia, la celebración se trasladó a "Pena Muller", donde se yergue un altar en el que se conmemoraba antiguamente el carácter sagrado de la montaña. Ayer fue el escenario de un pequeño festival con poesía, magia y música. Una vecina de Lucenza leyó unos versos compuestos para la ocasión.