Son los grandes retos de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la provincia de Ourense. Dos crímenes perpetrados hace un año que todavía no se han esclarecido. La Comandancia y la Comisaría han optado por que unidades centrales de ambos cuerpos aporten una colaboración para retomar alguna línea no seguida o buscar pistas concluyentes en los casos del párroco de Vilanova, víctima de un violento asalto a la rectoral en marzo de 2015, y de la ourensana Socorro Pérez, que sufrió una agresión sexual y fue golpeada mortalmente con una piedra, hace un año.

A diferencia de la Policía Nacional, que carece de pruebas ni sospechosos sobre este último crimen, la Guardia Civil llegó a detener, el pasado mes de enero, a dos familiares de nacionalidad croata, tío y sobrino, como sospechosos del homicidio de Adolfo Enríquez y de la desaparición de la diminuta talla de la Virxe do Cristal. Ambos quedaron en libertad. De momento continúan investigados, pero la defensa solicita al juzgado de Celanova que levante el secreto de sumario y dicte el archivo del caso.

La imagen continúa desaparecida y la Policía Judicial de la Guardia Civil no pudo armar las pruebas necesarias para que los detenidos fueran encarcelados. El teniente coronel Manuel Javier Novo, jefe de la Comandancia de Ourense, defendió ayer que las detenciones se llevaron a cabo "en el momento oportuno" y que la Unidad Orgánica de Policía Judicial, un grupo de 5 personas volcado en los delitos contra las personas, "hizo un trabajo muy serio". El mando, que tiene a su servicio a 835 efectivo en toda la provincia, también confirmó ayer que "hemos pedido apoyo de la UCO para que desde fuera encuentren otro posible punto de vista". La unidad central del instituto armado está realizando ya "un repaso general sobre todo lo estudiado por si pudiera aportar algo más. Siempre es buena una opinión de un experto desde fuera", reiteró Novo.

La petición de recursos a Madrid fue la primera iniciativa del nuevo comisario de Ourense, Antonio Álvarez Valencia, nada más tomar posesión de la Comisaría de Policía Nacional. El cuerpo de Socorro Pérez estuvo un mes a la intemperie, antes de ser localizado, lo que borró vestigios de terceras personas. La Policía cree que un extraño la asaltó, mientras hacía deporte en la zona del Seminario, acabó con su vida con una piedra -tenía un fuerte golpe en la cabeza- y la agredió sexualmente. Como ya informó este periódico, también en este caso, los investigadores de Ourense tendrán apoyo de Madrid para intentar hallar alguna pista. La familia y allegados de Socorro urgieron "todos los medios".