La red wifi del Concello de Ourense seguirá sin estar operativa después de que el procedimiento abierto para la contratación del uso y explotación de esa red pública inalámbrica quedase desierto. Eso lleva a que se busquen alternativas para darle una solución, como aseguró ayer el concejal de Servicios Generales, Jorge Pumar, que además reconocía las dificultades que existen, como acontece en otras ciudades españolas que operaban con la empresa Gowex, que fue a la quiebra, y que se encuentran en la misma situación.
El canon que se había fijado en el concurso fallido era de 33.000 euros anuales, que era el que abonaba la anterior empresa que gestionaba el servicio antes de que surgiesen los problemas económicos que provocaron su desaparición. Pumar explica que por parte del gobierno municipal se están valorando fórmulas económicas y técnicas para la instalación pública, que en su momento supuso una inversión de 1 millón de euros, que se asumió a través del famoso Plan E.
Por lo de pronto, el responsable del área de Servicios Generales, una vez se constató que ninguna empresa mostró interés por gestionar el servicio, remitió un escrito al jefe de servicio para que se elaborase el correspondiente informe relativo a las soluciones técnicas y económicas que lo puedan hacer rentable.
Lo que deja claro Pumar es que el Concello no puede dar ese servicio directamente, ya no solo por las propias características del mismo, sino por "entrar en una competencia desleal". Eso supone que el margen de maniobra es limitado.
Otra de las cuestiones a las que alude es a los importantes cambios experimentados en el sector, sobre todo en lo que se refiere a la tarifa de datos que se venía aplicando, y cuyo coste experimentó un abaratamiento importante. Eso supone que "no es rentable su explotación en los términos que había cuando se puso en marcha".
Sostiene Pumar que las tecnologías actuales no son iguales a las que había cuando se instaló la wifi en la ciudad, en 2010, en alusión al coste de las tarifas. Las estadísticas con que cuenta revelan una bajada importante de los usuarios que había inicialmente, y en las que tiene mucho que ver las condiciones que ofertan las operadoras de telefonía móvil.
Rescisión
Pumar no duda en reprochar al anterior gobierno socialista, que puso en marcha el proceso, que en el momento que se tuvo conocimiento de los problemas económicos de Gowex no se adoptasen las medidas necesarias. Y recuerda que una iniciativa del Partido Popular, que en ese momento estaba en la oposición, planteando rescindir el contrato, fue rechazada por el gobierno local. La solución la tuvo que adoptar el nuevo ejecutivo municipal, después de que por parte de la empresa no se abonase el canon establecido en el contrato, lo que llevó consigo la apertura del expediente que derivó en la rescisión del contrato.
De inmediato se puso en marcha el procedimiento abierto para su contratación con el resultado conocido: quedó desierto. Por lo que la realidad es que a día de hoy el sistema wifi "no está operativo", y no se presta el correspondiente servicio, indica Pumar.
En este sentido, cabe recordar que había 69 puntos wifi, y 21.159 usuarios, que solo tenían que solicitar las claves en el Concello para poder acogerse a este servicio. Lo que advierte Pumar es que los concellos "no tenemos competencias en esta materia", por lo que "solo queda esperar ofertas y se pueda resolver el proceso", que por el momento no llegan.
Por parte del gobierno municipal se asegura que el compromiso asumido es dotar a la ciudad de espacios wifi y resolver los problemas que existen en estos momentos. Y aunque dicen ser conscientes de los problemas que existen, tanto el alcalde, Jesús Vázquez, como el edil Jorge Pumar, esperan que se puedan dar soluciones técnicas y económicas que sean interesantes para que algunas de las empresas del sector puedan gestionar la red pública inalámbrica del Concello.
