La mayor parte de pacientes que acuden a las clínicas de reproducción asistida tienen una edad avanzada desde el punto de vista reproductivo, en torno a los 39-40 años. Muchas de ellas sobrepasan esta edad e incluso han cumplido ya los 45. En principio, la edad avanzada de la mujer representa una dificultad para conseguir un embarazo, especialmente cuando se trata del primer hijo.

"La edad de la mujer es un factor muy importante en la fertilidad ya que a partir de los 35 disminuye notablemente la cantidad de óvulos (reserva ovárica) y la calidad de los mismos", afirma la doctora María Graña, responsable de la Unidad de Esterilidad de Centro Médico El Carmen.

Un embarazo a una edad avanzada afecta especialmente al material genético, por lo que disminuye la fertilidad, aumenta el número de abortos o fetos con alteraciones genéticas (malformaciones)". Por esta razón, a las mujeres que rondan los 40 años "se les suele recomendar que acudan directamente a la ovodonación, es decir, que realicen una Fecundación in Vitro con óvulos de una donante joven para lograr un embarazo que llegue a término".

Las donantes de óvulos son jóvenes, sanas y con un concepto altruista de ayuda a aquellas mujeres que no pueden ser madres con sus propios óvulos. Por lo tanto, "se les realiza un exhaustivo chequeo e historial médico, así como pruebas analíticas para descartar enfermedades transmisibles. Además, se procura que donante y receptora compartan rasgos físicos. De todas formas, recientes estudios han concluido que la madre receptora es capaz de modificar "la forma de expresión" del material genético del embrión durante la gestación, lo que se conoce como "epigenética" .