La propietaria de una vivienda en el pueblo de Arcos, en Vilamartín de Valdeorras, que utiliza esta casa como residencia de verano se quedó de piedra cuando, tras haberse ausentado el año anterior, llegó desde Sevilla en agosto de 2013 a su casa de vacaciones y se la encontró echa un desastre. Sus vecinos, C.L.F. y A.G.E., una pareja que vive en la casa anexa y comunicada por una zona común con la de esta mujer, fueron acusados de usurpación y ayer se sentaron en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense.

A pesar de que en su primera declaración ante la Guardia Civil que se personó en la casa admitieron que habían celebrado fiestas en la casa comprometiéndose a limpiarla y restituir los daños, posteriormente en sede judicial y ayer en la vista se desdijeron.

Sin embargo, el fiscal no tiene dudas de que son responsables y pide una condena para cada uno de ellos de 6 meses de multa a razón de 8 euros al día, así como una indemnización conjunta por valor de 5.861 euros, que es la cantidad en la que fueron tasados los daños. En su escrito señala que desde una fecha no determinada, pero en todo caso, entre el verano de 2011 y el 26 de agosto de 2013, "entraron con intención de permanencia en el inmueble, sin el consentimiento de su titular".