Cuando se plantea una nueva actuación en la calle Bedoya, sigue pendiente de que la justicia resuelva la adjudicación de las obras que se produjeron en 2008, por parte del Gobierno bipartito, por el procedimiento negociado, urgente y sin publicidad para urbanizar la calle, y que no era el adecuado, según la legalidad vigente en aquel momento, como plasmó en su auto el juez. El argumento es que su cuantía económica, en total 620.000 euros, además de carecer de los preceptivos informes jurídicos y de intervención.

Los delitos de prevaricación, fraude y exacciones ilegales y concertación para alterar el precio de un concurso público, son imputados al exedil del BNG, García Mata, así como a tres empresarios.

Y aunque el procedimiento está cerrado, la acumulación con las obras que se realizaron en la Plaza de Paz Nóvoa, que también fueron objeto de denuncia por el procedimiento seguido, no hace más que dilatar todo el proceso, sin que por el momento se pueda fijar una fecha para su resolución, como así se indica por parte de la judicatura ourensana.

Unas obras, las de la calle Bedoya, que desde su gestación estuvieron marcadas por la polémicas, que se plasmó en su adjudicación.