Benigno M. G., ya condenado en 2013 por hechos similares, reconoció ayer que cometió una sucesión de robos en las zonas termales de Ourense, con pocos días de diferencia en el mes de agosto de 2013. La Fiscalía solicitaba inicialmente un total de 7 años y 6 meses de prisión, con la circunstancia agravante de reincidencia. El acusado llegó a un acuerdo de conformidad que hizo innecesaria la celebración de la vista oral en el Penal 2 de Ourense. El pacto entre la defensa y la acusación pública permite que la condena se vea rebajada a 4 años 10 meses y 21 días de prisión. La adicción del acusado a las drogas sirve de circunstancia atenuante.

El primero de la oleada de robos ocurrió el 11 de agosto de 2013. El acusado accedió a las termas de Outariz y se dirigió al vestuario de hombres, donde manipuló las taquillas de tres usuarios, que las habían dejado cerradas. El delincuente se apoderó de 535 euros en efectivo, un décimo de lotería, un reloj, dos teléfonos móviles -uno de ellos valorados en 250 euros-, así como unas gafas que costaron 199. Dos de los tres perjudicados renunciaron a cualquier indemnización.

Cometió el siguiente robo la tarde del 23 de agosto. El acusado fracturó la ventanilla trasera de un automóvil estacionado en el aparcamiento de las termas de A Chavasqueira. El hombre se apoderó de diversa documentación, un teléfono móvil, un bolso y una cartera, así como de tres relojes, 200 euros en efectivo, un iPod, una videoconsola Nintendo, una tableta, dos pares de gafas, prendas de ropa, varias llaves y una cámara de fotos.

Cuando se encontraba en el vehículo de al lado, que también había forzado, el acusado fue sorprendido por los propietarios del primer vehículo. Fue perseguido por ambos, que lograron darle alcance. Sin embargo, el delincuente consiguió proteger su huida. Exhibió una destornillador y amenazó al conductor con matarlo si se acercaba más a él, logrando de este modo huir con los objetos robados. Todo lo que se llevó sumaba un valor cercano a los 1.900 euros, según las facturas presentadas al juzgado.

Esta actuación supuso un delito de robo con intimidación, frente al resto de hechos, calificados como robo con fuerza continuado. La noche del 24 de agosto de 2013, Benigno M. G. volvió a forzar un automóvil. Fracturó la ventanilla trasera de un vehículo aparcado en las termas de Outariz, y se llevó documentación, un móvil y unas gafas. Ese mismo día y sobre la misma hora, fracturó las ventanillas de otros dos automóviles ubicados en la misma zona. De ambos se llevó documentación, tres gafas de sol, un DVD, tres teléfonos móviles, una colonia y complementos de joyería.

La condena de conformidad obliga al acusado a indemnizar a los perjudicados que afirmaron su derecho a ser compensados. Tendrá que afrontar unos 2.500 euros.