La Asociación Cultural Xan de Arzúa sostiene que en la Festa do Boi "no existe maltrato animal", por lo que considera que no tendría fundamento un debate presentado en estos términos, como pretende hacer el colectivo "Galicia, mellor sen touradas", que emitió un comunicado con el título "Veterinarios piden suprimir las carreras de bueyes ensogados de Allariz", firmado en la referida villa ourensana, a pesar de que el colectivo emisor ha reconocido, al ser llamado por teléfono por este diario para comprobar la veracidad del texto, que no cuenta con ningún afiliado en Allariz y que ningún veterinario de la villa ourensana se ha pronunciado en ese sentido.

"Galicia, mellor sen touradas" explica que ha intentado reforzar sus argumentos sobre el sufrimiento de los bueyes, con un informe elaborado por Avatma, colectivo formado por 400 profesionales veterinarios de todo el Estado, aunque ninguno de ellos pertenezca a Allariz.

La Asociación Xan de Arzúa toma cartas en el asunto, indicando que A Festa do Boi "no presenta similitudes con las celebraciones que se están poniendo como ejemplo" para recabar firmas y acusarla de maltrato. "No es, desde luego, un San Fermín gallego, comparación que solo se puede hacer desde el desconocimiento. Aquí no hay encierros, porque aquí no hay corridas, ya que A Festa do Boi no es un evento taurino; de ningún modo es sentido así por los vecinos que la protagonizan ni recibe ninguna autorización administrativa especial, diferente a la de muchas otras fiestas que se celebran en el Concello a lo largo del año", agrega.

A Festa do Boi es una celebración medieval, no de imitación o de nueva invención. "Es una fiesta con continuidad histórica desde hace 699 años, que arranca de un enfrentamiento religioso y social entre judíos y cristianos en el año 1317. El buey fue utilizado por un cristiano, Xan de Arzúa, para hacer huir a los judíos que se mofaban de la procesión del Corpus Christi. Por lo tanto, nada que ver con encierros, con corridas de toros, con agresiones, con menosprecios?", indica la fundación. Históricamente y en la actualidad, "el buey es protagonista en positivo, es el héroe que gana la confrontación medieval y, como tal, es premiado y considerado". Por lo tanto, advierte de que "no es objeto de burlas, sino de elogios y agradecimientos".

La Fundación Xan de Arzúa aclara que en esta fiesta no se producen ataques ni agresiones al buey. El objetivo de las carreras "no es perseguir al buey, ni golpearlo, ni mucho menos, como se dice en alguno de los informes genéricos difundidos estos días, como si fuesen referidos a la fiesta de Allariz, hacerlo pasar hambre o sed. Simplemente, se trata de correr a su lado, persiguiendo a unos imaginarios vecinos que atacan las tradiciones de otros vecinos en el siglo XIV. O Boi es un miembro más de la comunidad social durante nueve días y recibe durante todo el año los cuidados adecuados a su condición de animal y de miembro de referencia de la comunidad".

Hasta los años sesenta, era proporcionado para la fiesta por ganaderos del Concello, "sabedores de que el animal con el que trabajaban y continuarían trabajando sus tierras durante años, no sufriría ningún daño".

La Fundación Xan de Arzúa insiste en que el buey "no tiene más protagonismo que el de ser un símbolo, una recreación histórica; no es objeto de ataques ni de agresiones de ningún tipo, ni de burlas".

Este colectivo, implicado en la organización de la celebración, explica que en las carreras programadas para todos los días de la fiesta se dispone de, cuando menos, cuatro animales, que nunca salen a la calle simultáneamente. Cada recorrido dura como máximo 30 minutos y cada buey participa en uno cada dos días. La organización cuenta con asesoramiento de personal especializado para el trato, la alimentación y el cuidado de los animales.

La Fundación Xan de Arzúa señala que los bueyes empleados en las carreras son criados en una explotación ecológica de Allariz, en la que nacieron, se crían y allí regresan para completar su ciclo vital, una vez concluidos los nueve días de fiesta. Esta colectivo insiste: "Los bueyes no son sacrificados al rematar la fiesta; continúan con su vida habitual en el monte".