Su largo historial de antecedentes lo delatan. Que siempre recurra al mismo modus operandi, también. Cuando en la ciudad repuntan los delitos de robo con fuerza en establecimientos, la Policía maneja un número de sospechosos, y C. R. S., con 25 detenciones ya a sus 28 años de vida, figura en esa relación de presuntos implicados.

En esta ocasión, la Policía Nacional de Ourense lo considera como el principal sospechoso de hasta 14 robos en locales y comercios de la ciudad de Ourense, cometidos desde el pasado mes de marzo. El joven volvió a ser detenido y puesto a disposición de la justicia. El magistrado en funciones de guardia acordó su puesta en libertad. El presunto ladrón continuará en libertad, aunque responderá de esta oleada de últimos robos con la condición de investigado.

La Comisaría de Ourense llamaba ayer la atención sobre el hecho de que el joven acumule 22 de sus 25 detenciones en los últimos dos años. Desde el pasado mes de marzo, la Policía Nacional recibió denuncias por un total de catorce robos con fuerza en establecimientos comerciales, "en los que existe coincidencia en el procedimiento de acceso a los mismos, dado que se trata de forzamiento de persiana exterior y fractura de su puerta", según destaca la Comisaría de Ourense.

El caso fue investigado por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Las pesquisas dieron resultado y el individuo y presunto autor fue detenido el pasado viernes, en la calle.

El ourensano regresaba al calabozo un mes después de su última captura. En marzo, la Policía Nacional lo arrestaba por culpa de un despiste del sospechoso. Entró a robar presuntamente a un taller mecánico de la ciudad. Después de forzar la persiana exterior, se coló por debajo para acceder al establecimiento. En ese movimiento perdió el teléfono móvil, por lo que su localización por parte de los investigadores apenas llevó un rato. En aquella ocasión, además de los objetos robados, valorados en unos 400 euros, el uso de la fuerza para entrar en el taller causó desperfectos por importe de unos 900 euros. Tras aquel arresto, el juez también acordó libertad provisional.