La zona de As Burgas se encuentra en una situación de impás de cara a su futuro como enclave termal debido a los frentes judiciales abiertos que suponen un freno a la iniciativa de proyectos privados, así como a determinadas actuaciones que se pretendían llevar a cabo en los de titularidad pública.

En la actualidad, está recurrida en la vía judicial la declaración que se hizo en su momento, durante el gobierno bipartito en la Xunta, de Bien de Interés Cultural (BIC), así como el Plan de Protección y Ordenación, y recientemente el proyecto de expropiación de varias parcelas de titularidad privada, entre las que se encuentra la parcela de la empresa Xardín das Burgas, en la que inicialmente se había proyectado un hotel balneario. El Concello destina para el proceso 1,5 millones de euros.

Pero, sin lugar a dudas, el paradigma de las consecuencias negativas que trae consigo esta situación, es el estado en que se encuentra el antiguo edificio de la prisión provincial, que refleja un importante deterioro, tanto en su parte exterior, como en lo que se refiere al interior del mismo. Y eso que el anterior gobierno socialista había anunciado que en enero de 2014 se presentaría un proyecto de hotel balneario, pero la realidad es otra bien diferente.

Después de recibir el Concello la última notificación judicial por la demanda presentada por un particular sobre la aprobación del expediente de expropiación, el alcalde, Jesús Vázquez, tiene claro que "es muy difícil actuar en la zona con los frentes judiciales que tenemos abiertos", aunque advierte que "el anterior gobierno era conocedor".

Convencido de que la nueva actuación judicial no llevará consigo la paralización del expediente de expropiación aprobado por el Gobierno municipal, señala que "seguiremos adelante como así decidieron el resto de grupos de la oposición", a los que en su momento llevó a plantear otra vía, como la de la negociación, que finalmente no fue aceptada.

Vázquez dice ser consciente de que el proceso de expropiación afecta a propietarios particulares y a la iniciativa privada, pero también a bienes públicos, y cita en concreto el caso de la antigua cárcel, sobre la que reconoce: "Me preguntan muchos ciudadanos el motivo de que el edificio se encuentre abandonado". La respuesta no es otra que las "dificultades" que existen para poder actuar tanto el Concello "y mucho más una empresa privada que pretendía construir un hotel balneario".

Proyecto único

Con el proceso de expropiación en marcha, por parte del gobierno municipal se advierte que el proyecto a desarrollar tiene que ser único, aunque esto no signifique que se deban realizar todos a la vez.

Se trata, según explicaron a FARO, de una exigencia que viene de Patrimonio. Por el momento el proyecto único de actuación sigue sin concretarse, aunque sobre estacuestión el regidor municipal advierte que "serán actuaciones reales y viables; no ocurrencias".

Lo que tiene claro el gobierno municipal es poder convertir esa zona, que conforman varias parcelas que se pretenden unificar, en la que se encuentran los manantiales, en un centro termal de referencia y que sea un polo de atracción de visitantes.

Muchas de las cuestiones que se encuentran encima de la mesa forman parte del Plan Estratégico Termal, y que después de su aprobación, hace más de diez años, siguen a la espera, y que rubricaría la denominación de Ourense como capital termal de Galicia.