"Señor alcalde, las obras que sean pronto; que la alcaldesa de Covadonga tiene 8 años y ya no puede esperar mucho". Esperanza Martín, la líder vecinal más veterana de Ourense, tras 40 años al frente del movimiento participativo en Covadonga, se dirigía ayer así al alcalde de Ourense, haciendo mención al sobrenombre que le dan todavía muchos s vecinos: "alcaldesa" de Covadonga, al ser un título concedido por decreto, que defendió con el mismo ahínco que lo hace con este barrio, hasta que se suprimió la figura de los pedáneos.

Esperanza Martín reconoce que "solo con dotaciones, con servicios, se puede empezar a evitar que muchos nos sigan señalando como un barrio marginal o conflictivo, cuando Covadonga es un barrio obrero en el que hay gente de todo tipo" explica.

Pero la obra que al fin ayer anunció la conselleira es una reivindicación de largo recorrido. "La plaza ya había sido remodelada hace muchos años, pero el viejo parque infantil ya no cumplió incluso la legislación actual y le van a instalar uno de caucho, van a mejorar el tendido eléctrico, la iluminación, explica la orgullosa presidenta vecinal.

Covadonga a donde aún se acude para realizar redadas antidroga al pervivir en la zona algunas familia relacionada aún con el menudeo, es mucho más que eso. "Cuando hace cuarenta años me vine a vivir aquí, no había ni asfalto ni calles, ni iluminación. La primera calle fue siendo aún presidente de la Diputación David Garrido" recuerda.

Ayer Esperanza Martín, flanqueada en todo momento por el alcald y la conselleira Beatriz Mato, sirvió de guía en un barrio que ha pateado y defendido por encima y a pesar de esa mala imagen que tuvo décadas atrás, cuando era punto de venta del "menudeo de droga", una "mala fama" que se ha diluido y Covadonga es ya un barrio más de Ourense.