El movimiento de colectivos, asociaciones vecinales, partidos políticos y, en general, defensores del legado del Padre Silva y la Ciudad de los Muchachos alcanzó ayer un punto de presión. Unas 100 personas acudieron a Benposta a mediodía para responder al llamamiento en busca de una solución que preserve el fin social de los terrenos y evite la subasta, tras recalcar la importancia cultural histórica de la Ciudad de los Muchachos. Personas afines al proyecto con el que se creó Benposta acordaron dar los pasos necesarios para constituir una asociación sin ánimo de lucro para salvaguardar el proyecto de Silva, fallecido en 2011.

Con la opción de un "crowdfunding" para recaudar fondos y hacer una oferta por los terrenos, la asamblea acordó ayer solicitar una reunión con la Tesorería General de la Seguridad Social para intentar anular la subasta, un proceso público de enajenación de los terrenos que se activó por las deudas acumuladas en la finca durante años (en torno a 1 millón). La empresa de transporte Autocares Alfer hizo una propuesta de 412.000 euros, pero los defensores de Benposta sostienen que el acto es nulo al no llegar a la mitad de la tasación de los terrenos, valorados en 1,5 millones, y que contienen un conjunto de edificaciones para alojamiento, servicios o instalaciones deportivas.

El colectivo solicita a los partidos -ayer acudieron representantes de BNG, Anova u Ourense en Común- que inicien los trámites para declarar la Ciudad de los Muchachos un Bien de Interés Cultural (BIC), así como obtener posibles soluciones que no pasen por el uso del suelo, en zona de expansión de la ciudad por el este, para fin comercial o residencial.

Benposta, proyectada por el Padre Silva en 1966 en términos de autogobierno, y los defensores de esta iniciativa social no desaparezca. Por una fórmula que está por definir, la asociación sin ánimo de lucro trabajaría para dotar a las instalaciones de un proyecto social "con el espíritu revolucionario" que había. Las personas implicadas consideran que las actuales instalaciones podrían recuperar el albergue e incluso se podría crear una escuela de circo, como en el pasado, que autofinanciara Benposta. Las soluciones alternativas también incluirían la búsqueda de una vivienda social para las familias que aún continúan viviendo en el lugar. Son más de una veintena de personas, razón de nulidad de la subasta, según el grupo de trabajo constituido para funciones de asesoría jurídica.

Benposta fue un paraíso educativo, para niños con escasos recursos. La obra utópica del Padre Silva fue replicada en Colombia, Bruselas, Nicaragua o Mozambique. Decenas de personas luchan en Ourense para que legado no muera.