El exsecretario de UGT y exconcejal socialista del Concello de Ourense, Agustín Vega, entrega hoy a las doce y media de la mañana las llaves de su casa de Amoeiro en el Juzgado número 3 de Ourense, tras 25 años de confrontación judicial, al no poder pagar la indemnización de 170.000 euros que debe entregarle a los familiares del que fue titular de ese mismo juzgado, Olegario Somoza, por un delito contra el honor, al indicar que "estaba mojado por las tardes", tras los enfrentamientos que mantuvo con el juez por el despido de unos sindicalistas en Valdeorras y el cierre de un camino que beneficiaba a otro juez en Velle.

"¿Cómo es posible que el órgano del consejo general de la judicatura permita que un juez que está mojado por las tardes dicte sentencias que afectan seriamente a las vidas de los ciudadanos?". Esta fue la pregunta que formuló en 1991 Agustín Vega, por la que ha sido condenado a indemnizar a la familia del juez -fallecido en marzo de 2010 -, "a raíz de las sentencias vergonzosas que concluyeron acabando con la vida laboral de varios sindicalistas de la comarca de Valdeorras que fueron claramente perseguidos por su condición, a los que me tocó como secretario de UGT defender, ganamos el juicio en la magistratura, amenazando el empresario con acudir a lo penal donde un juez amigo le resolvería la cuestión, los hechos le dieron la razón y los trabajadores fueron puestos en la calle", explica Vega.

El exsindicalista y exconcejal socialista considera que ha sido condenado, al atentar contra el honor del juez Olegario Somoza, "por defender los derechos de los trabajadores y vecinos" y "por decir la verdad de estos y otros comportamientos". Y advierte a los familiares del juez que, tras la entrega de las llaves, "van a ocupar la casa de un político y sindicalista decente", para apostillar a continuación: "Espero que todo se peque".

Agustín Vega considera que en estos tiempos que "cada día aparecen políticos corruptos de todo signo, es bueno separar el grano de la paja. Mientras unos roban a manos llenas, a otros nos roban nuestra herencia por revolvernos, por gritar contra las injusticias".

El exsindicalista y exconcejal afirma que "los chantajes fueron de tal nivel, que los únicos abogados de Ourense que aceptaron en su día representarme, debieron renunciar ya que jamás volvieron a ganar ningún asunto en el juzgado del que era titular mi contrario".

"La sentencia afirma que por decir la verdad, falté al honor del juez Somoza, no que fuera mentira lo que dije", argumenta Agustín Vega. Y asegura que el juez beneficiario del cierre de un camino en Velle, intentó procesar al abogado que lo defendía en la Audiencia Provincial por pedir que se comprobara si era cierto lo que había afirmado el denunciado, por lo que "se vio obligado a renunciar a la defensa".

"Pues bien, se quedan con mi casa y ello me duele, pero no puedo evitar sentir un legítimo orgullo personal. La pierdo por cumplir con mi obligación como sindicalista y político, por defender en cada momento a los más débiles y no hay reproche en los ojos de mis hijas y seres queridos y ello me dobla pero no me rompe. Moriré de pie, jamás viviré de rodillas", afirma Agustín Vega.

El exsindicalista y exconcejal socialista anuncia que "este y otros graves asuntos verán la luz a no mucho tardar en las páginas de un libro sobre las cloacas del viejo palacio de justicia". Se congratula de que entre los nuevos jueces "hay mucha gente sin las mochilas seudo-fascistas que arrastraban muchos de la vieja escuela".

Para concluir, Agustín Vega indica que estando un día en el viejo palacio de justicia, "comprendí aquello que decía Winston Churchill: "Prefiero los cerdos. Los gatos nos odian, los perros nos idolatran, solo los cerdos reconocen a sus iguales".