Agustín A. P. ejerció como profesor de educación musical durante siete años en el Centro educativo Público de Educación infantil y Primaria (CEIP) de Oímbra, un concello situado en el sur de la provincia de Ourense, y con unos 2.000 habitantes, según el Instituto Galego de Estatística (IGE). En el mes de agosto de 2007, pidió y consiguió el traslado a otro centro educativo perteneciente al Principado de Asturias. El próximo mes de mayo, el hombre tendrá que acudir a juicio, en la Audiencia Provincial de Ourense, por haber cometido presuntamente una malversación de fondos del colegio. Según defenderá la Fiscalía, el docente hizo suyos cerca de 15.000 euros de la cuenta del centro escolar. Presuntamente, firmó a su nombre y falsificó la rúbrica de otra persona para poder retirar las cantidades. La apropiación, según los investigadores, se prolongó desde 2003 a 2007.

Solicitan 6 años sin dar clase

La Fiscalía de Ourense considera que el profesor cometió un delito continuado de falsedad documental, previsto en el artículo 390.1, 2º y 3º y 74 del Código Penal, en concurso medial con un delito continuado de malversación de caudales públicos, regulado en el artículo 432,1º y 74. Al tratarse de esta figura medial, la pena es más elevada que la mera falsificación de documentos, puntualiza la acusación. La representante del ministerio público solicita una condena de 6 años de cárcel, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo (presentarse a un cargo público) durante el tiempo de la condena, imposibilidad de ejercer las funciones de docente durante el mismo periodo de 6 años, así como el pago de una multa de 24 meses con una cuota diaria de 12 euros (en total, 8.640 euros), con responsabilidad en caso de impago.

La Fiscalía también solicita responsabilidad civil en caso de una condena. El acusado tendría que indemnizar al colegio público de Oímbra con la totalidad del dinero presuntamente defraudado, 14.961,46, la cantidad a lo que asciende lo "ilegítimamente apropiado", según el ministerio público.

El profesor, sin embargo, defiende su inocencia, negando que hubiera falsificado cheques ni malversado caudales. Su defensa pedirá la libre absolución. La resolución de este caso corresponderá a nueve ciudadanos del común. Al tratarse de un delito de malversación, conectado a otro de falsedad, el trámite elegido para encausar al docente es el de la ley del jurado. Los días 10 y 11 de mayo, en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Ourense, el tribunal popular escuchará la versión del acusado, la postura de la acusación y la declaración de testigos. Después, dirá si es inocente o culpable.

Secretario y jefe del comedor

La presunta apropiación tuvo lugar entre los años 2003 y 2007. El colegio tenía una cuenta bancaria en la cual figuró como autorizado el imputado desde el 2 de noviembre de 2000 hasta el 11 de julio de 2007, debido a su condición inicial de encargado de comedor y posteriormente de secretario del colegio, cargo que desempeñó desde el curso académico 2003/2004 y hasta el 30 de junio de 2007. El acusado, en su condición de secretario del centro tenía como función, entre otras, la de ordenar el régimen económico del centro de acuerdo con las instrucciones del director, realizar la contabilidad y rendir cuentas ante el consejo escolar y las autoridades correspondientes. Para poder disponer de los fondos de la cuenta del colegio era necesario la firma de dos de las tres personas autorizadas para ello; el director, el imputado y otro profesor.

Agustín A. P., presuntamente emitió y cobró más de 70 cheques en ese periodo, con cargo a la cuenta del colegio y, por tanto, a los fondos que tenía a su cargo por razón de sus funciones. Los talones eran nominativos. Según la Fiscalía, , firmándolos en su propio nombre, y simulando, como segunda firma necesaria para disponer de los fondos, la firma de otra de las personas autorizadas. El docente se habría apoderado así, "con ánimo de lucro y en su propio beneficio" de fondos del centro.

Según detalla la acusación pública, en 2003 fueron 5 cheques por total de 569,15 euros; en 2014 malversó presuntamente 2.571,62 euros a través de 11 talones; al año siguiente, la cantidad habría ascendido a 3.932,41 euros en 22 cheques. Fueron 2.479,23 con 14 talones en 2006, y 5.420,05 con una veintena de cheques, en su último año en Oímbra.