El alcalde de Ribadavia, Ignacio Gómez, ante las quejas de Ribeiro en Común por la situación del campo de fútbol de O Xestal, y su petición de que se agilice la reclamación patrimonial del Concello ante los responsables de que este espacio deportivo se tenga que desplazar unas 25 metros de su actual ubicación, afirma que hay que cumplir unos plazos y actuar con cautela para hacer bien las cosas. Mientras tanto, el lunes va a reiterar a los clubes deportivos que lo utilizan para que cumplan la medida de no jugar en ese espacio del campo que tiene restringido su uso.

En su día cuando se construyó el primer campo de fútbol de tierra, cofinanciado entre la Diputación y la Confederación Hidrográfica, ni uno ni el otro pidió informe a Fomento, por lo que ahora este recinto está ocupando 25 metros de la zona de protección de la autovía.

Esta situación obliga a que el Concello tenga que desplazarlo esos metros de su ubicación inicial con el consiguiente costo que ello conlleva.

El regidor explica que hay tres partes responsables ante esta situación y que según el informe de la Diputación la parte que mayor responsabilidad tiene es esta entidad provincial y la que menos el ayuntamiento. No obstante, hace unos años cuando el concello dotó al campo de hierba artificial debió solicitar informe a Fomento y no lo hizo.

El problema es que ahora "nadie quiere pagar por eso", y si no se llega a un acuerdo habrá que hacer la reclamación patrimonial a través de un contencioso.

Los técnicos municipales estudian qué porcentaje de responsabilidad tienen las tres partes, y la cuantía económica que corresponde pagar a cada una.